Atlético Nacional se coronó campeón por tercera vez de la Copa Águila, tras ganar los dos partidos de la final que disputó frente al Junior, que era último ganador del certamen.

El gol del partido de vuelta, jugado este jueves en el estadio Roberto Meléndez, fue anotado por Andrés Ibargüen.

En el compromiso de ida, jugado en el estadio Atanasio Girerdot, el equipo antioqueño se impuso dos tantos por uno.

El jueves Nacional empezó imponiendo su superioridad en el campo desde los primeros minutos y estuvo a punto de abrir el marcador con Miguel Borja, quien tuvo dos remates frente al portero Sebastián Viera, pero les salieron desviados.

Junior lucía perdido y solo Vladimir Hernández y Jorge Aguirre, eran los que trataban de inquietar en la defensa de Nacional, pero no lo suficiente como para tratar de hacer un gol. Y contó con el infortunio que perdió a dos jugadores por lesión: Luis Narváez e Iván Vélez.

A los 32 minutos Andrés Ibargüen anotó el tanto que dio la ventaja a Nacional, tras recibir un pase de Orlando Berrío.

Después los dirigidos por Reinaldo Rueda se dedicaron a darle manejo a la pelota hasta cuando terminó el primer tiempo.

En el segundo tiempo Junior creó algunas llegas en el área, pero no tan contundentes como para llegar siquiera la paridad. Y Nacional, igual que al final del primer tiempo, le dio manejo a la pelota y hacía algunas escaramuzas, pero sin mayor peligro para el portero Sebastián Viera.

Mal comportamiento

La parte negra de la final fue la serie de disturbios que se vivieron en las tribunas norte y sur, donde tuvo que ingresar el Escuadrón Antidisturbios de Policía para poder controlara  a los revoltosos.

También hubo desmanes en las afueras del escenario, que tuvieron que ser controlados por las autoridades.

Varios agentes de policía fueron evacuados del escenario en los carros de la Cruz Roja, al parecer por desmayos que sufrieron por el agite que tuvieron para poder controlar a los hinchas.