La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Históricos
Noticias de 1941 (I)
Historia contemporánea.
Image
La opinión
La Opinión
Sábado, 29 de Mayo de 2021

Como venía sucediendo desde años anteriores al finalizar el mes de diciembre los diferentes medios radicaban en sus principales páginas, sus esperanzas sobre lo que se quería ocurriera el año venidero.  En esta ocasión y sin que fuera una inocentada, el 28 de diciembre de 1940, el periódico Comentarios publicaba las que serían las expectativas para el 41 así:

- La construcción del Palacio Municipal no admite más demoras.

- Que se dé al servicio el Matadero Moderno.

- Que se inicien los trabajos del Alcantarillado de la Ciudad.

- Que se termine la construcción del Acueducto Municipal y se instale la panta de purificación.

- Que se pavimente  y arborice el Camellón del cementerio.

- Que se continúe la pavimentación y se arregle el piso de las calles y avenidas de los barrios del Páramo, Contento, Cundinamarca, Benjamín Herrera y Callejón.

- Que se amplíen los puentes de la carretera a la frontera.

- Que se construya el paseo por la antigua carretera de San Luis, arborizándolo y dotándolo de buen piso, a fin de complementar la circunvalación por el puente Benito Hernández Bustos.

- Que se intensifique la urbanización mediante la formación de una compañía con capital suficiente para vender a los empleados casas-quintas por medio de cuotas.

- Que se continúen los trabajos del Estadio Santander.

- Que el espíritu público anime lo más posible a los habitantes de la ciudad para que cooperen en toda forma al ornato y prosperidad de la ciudad.

Hasta aquí la publicación; ahora viene nuestro debate sobre la ciudad de antes, y la que tenemos ahora. Pensar que hace sólo unos pocos años – menos de ochenta- no teníamos agua potable y en las casas más lujosas debían abastecerse de las aguas de las tomas públicas, situación que perduró durante mucho tiempo, pues sólo en 1947 se inauguró el Acueducto Moderno, que dicho sea de paso, proveía del precioso líquido a unas pocas viviendas de la clase pudiente y algunos negocios del centro de la ciudad. Un claro ejemplo de ello, es el suministro de agua que tenía la piscina ovalada del Colegio Sagrado Corazón, que todavía a mediados de los años sesenta, se surtía del agua de la toma pública que pasaba –subterránea- por la avenida cuarta.

Y qué decir del Alcantarillado. Apenas construido por los años cincuenta para el uso de las construcciones y viviendas del centro y sus cercanos alrededores. Muchas de las “quintas” de los barrios Blanco, La Playa y Latino, por ejemplo, que se construyeron con los ‘pozos sépticos’ de entonces no fueron conectados a la red de alcantarillado, cuando  comenzó a funcionar y sin embargo, luego de varios años, las Empresas Municipales resultaron cobrándoles el servicio sin estarlo prestando, todo por cuenta de la norma que estableció el valor del servicio en el 50% del consumo de agua. Afortunadamente nadie se quejó y las Empresas pasaron incólumes este percance. Finalmente, podemos decir que con el pasar del tiempo las peticiones se fueron cumpliendo, no para ese año, que lo único que se cumplió fue la construcción del Matadero Moderno, información que ampliaremos en esta misma crónica. La esperanza de tener un estadio de la categoría que merecía la ciudad de los cuarenta, se mantuvo toda vez que la petición era que continuaran con los trabajos de construcción y finalmente se dio al servicio en 1942, no totalmente terminado pero sí habilitado para la presentación de algunos eventos deportivos.

Lo que sí se concretó durante ese año fue la puesta en servicio del Matadero Moderno, ese que algunos conocimos como La Pesa, sobre la vía que entonces conducía a El Salado y que más adelante se transformó en el sitio de mayor renombre de la Cúcuta de los años sesenta y setenta, y conocido internacionalmente por sus deslumbrantes bares y prostíbulos como La Ínsula. El 16 del mes mayo se programó la inauguración del Matadero Moderno, obra de gran importancia para la ciudad, cuya construcción estuvo a cargo del ingeniero Emilio Gaitán Martín, quien estuvo muy solícito y dedicado hasta su terminación. La Asamblea Departamental dio luz verde al proyecto destinando los primeros aportes de cincuenta mil pesos, siendo Secretario de Hacienda don Nicolás Colmenares, continuando el apoyo de la Asamblea que gracias a ellos se logró el objetivo deseado. A partir de ahora, el sacrificio de ganado se hará de conformidad con los más modernos procedimientos  y con plena garantía de higiene. La solemne inauguración estuvo a cargo del entusiasta gremio de la pesa, quienes elaboraron un programa especial consistente en una becerrada y en una ‘ternera a la llanera’, fiesta a cual asistió un numeroso grupo de invitados. La reglamentación del Matadero y la organización de esta renta corresponden a la gerencia de la Empresas Municipales que en ese momento estaba a cargo de don Ernesto Vargas Lara.

Y ya para terminar con esta crónica, la historia de un concurso que quedó inconcluso. Lo que no puedo asegurar si se debió a problemas en la empresa o si fue por falta de información en los medios, pues no logré saber si el concurso finalizó y los premios prometidos quedaron en manos del público o si definitivamente no hubo ganadores o si se declaró desierto. El hecho es que no conseguí la información para cerrar la crónica así que digamos que se trató en un “concurso inconcluso”. Veamos lo que sucedió: La Cervecería Nueva de Cúcuta S.A., dice el aviso publicado en el diario Comentarios, en enero del 41, con el objeto de encontrar un nombre bonito y apropiado para una cerveza que se está preparando, abre un concurso sobre las siguientes bases: 1. El nombre debe ser nuevo y apropiado para una cerveza Pilsen; 2. No debe estar protegido por patente alguna; y 3. Debe ser corto y de fácil pronunciación.

El concurso cerraba el 30 de marzo y debían enviarse los nombres de los participantes en sobre sellado y dentro del mismo sobre debía incluirse otro con el nombre del autor y su dirección. La Cervecería nombró un jurado para determina los tres mejores nombres y otorgar tres premios así: el primero de $60, el segundo de $40 y el tercero por la suma de $20. Sin embargo, por motivos que no fueron informados, antes de terminar el ms de marzo, el concurso fue prorrogado hasta el 31 de mayo. Fecha después de la cual no se volvió a tener noticias. Pocos años después la Cervecería Nueva lanzó al mercado cucuteño la Sajonia Pilsen, una nueva marca que nos hace pensar en una posible relación con el concurso en mención. ¿Coincidencia?

Temas del Día