El año pasado, el aumento de la demanda digital tuvo un auge significativo como resultado de las diferentes transacciones electrónicas generadas por los aislamientos y altos periodos laborales en casa que trajo consigo la pandemia. Prueba de ello, es que en el país cuatro de cada 10 fraudes financieros se realizan por medio de canales digitales.
De acuerdo con el Informe global de Fraude e Identidad 2021, realizado por DataCrédito Experian desde junio de 2020 hasta enero de 2021 en diferentes países de América del Norte, América Latina, Europa y Asia-Pacífico, en Latinoamérica se generó un incremento en los reclamos fraudulentos, conocidos como auto-fraude o fraude amistoso, y del cibercrimen, como consecuencia del deterioro de la situación económica.
Lea también: Tecnología, clave para el trabajo remoto
Según Eric Hamburger, Country Manager de DataCrédito Experian, en materia de cibercrimen, Colombia ocupa el tercer lugar, dentro del top 5 de fraudes, mientras que en lo referente a ataques cibernéticos el país es el sexto de América Latina con más casos detectados y que ha llegado a registrar 198 millones, generando pérdidas por 6.179 millones de dólares.
En esta medida, los métodos de seguridad para proteger tanto los datos personales como las transacciones de los clientes se convierten en un factor clave para mejorar la percepción de seguridad de los consumidores.
“Cumplir con las expectativas de los clientes es el deber ser de las empresas, lograr este objetivo requiere que las compañías mantengan un enfoque de prevención del fraude incluso cuando priorizan la experiencia digital. Estas dos no deben trabajarse como esfuerzos separados, si el objetivo es conquistar la confianza del cliente” indicó el directivo.
Biometría física, códigos PIN enviados a los dispositivos, análisis de comportamiento, entre otros, son los métodos de seguridad que de acuerdo con el estudio se perciben como los más seguros por los clientes, mientras que opciones habituales como las contraseñas, información personal y redes sociales no son consideradas como las más seguras para identificar la identidad.
Lea también: ¿Se imagina cuál será el futuro de los robots, los cobots y la interconexión?
Esfuerzo empresarial
A medida que los consumidores aumentan sus prioridades hacia la seguridad y privacidad, las empresas tienen la oportunidad de adoptar un nuevo enfoque de seguridad, puesto que, históricamente, las empresas han utilizado métodos de autenticación que se basaban en la acción del cliente, como memorizar contraseñas, responder preguntas y recibir códigos de acceso de un solo uso. No obstante, éstos son extremadamente frágiles.
En esta línea, el estudio evidenció que nueve de cada diez empresas afirmaron que construyeron una estrategia robusta para mejorar la experiencia del cliente digital e implementarla durante la pandemia e invirtiendo así un 47% de en software y métodos de detección de fraudes. Cifras del estudio revelan que la pandemia reveló que las organizaciones que invirtieron en experiencia digital y prevención del fraude obtuvieron mejores resultados que aquellas que restringieron sus inversiones en esta área.