Un total de 522 homicidios y 199 desapariciones ocurrieron en 2016, según el más reciente informe de Forensis, de Medicina Legal.
El documento expone que Norte de Santander está entre los 10 departamentos con mayores tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes.
En su orden, el panorama fue: Valle del Cauca (52,44), Quindío (47,14), Norte de Santander (38,09), Chocó (35,84), Arauca (35,07), Meta (31,23), Putumayo (30,61), Risaralda (30,19), Caquetá (25,42) y Antioquia (24,65).
En comparación con 2015, el incremento fue notorio, pues para ese año los homicidios sumaron 356 casos, mientras que se reportaron 179 desaparecidos.
Es decir, en un año las cifras se incrementaron en 166 homicidios y 23 desapariciones.
Para Enrique Pertuz, coordinador de la Red departamental de defensores de derechos humanos, la situación era de esperarse, teniendo en cuenta el alto índice de impunidad para este tipo de hechos que, según cálculos de la Red, alcanza el 95 por ciento.
“Seguimos insistiendo en que falta de voluntad política para judicializar y combatir las grandes estructuras criminales que están en el territorio”, dijo. “Es evidente, por ejemplo, cómo se han fortalecido los mecanismos de microtráfico, sin que se den mayores resultados”.
Pertuz condenó además la falta de reconocimiento del problema de violencia en la región, lo cual incide directamente en la ausencia de estrategias contundentes contra la criminalidad.
“Por ejemplo, el comandante de la Mecuc declara que los responsables de la sensación del aumento de criminalidad son las redes sociales, y en el consejo de seguridad en el que el ministro de Defensa, termina diciendo que la ciudadanía tiene una percepción de violencia, cuando las estadísticas demuestran todo lo contrario”, agregó.
Afirmó además que no solo se trata del aumento de homicidios sino también de otros delitos como secuestros, que solo en lo corrido de este año se tiene un registro de 22 casos, con los cuales se tendrían los indicadores más altos de los últimos años, según estima la Red.
