Según se conoció, la víctima acostumbraba a estar en ese sitio; no tenía amenazas.
Varios jóvenes estaban reunidos en una oscura y desolada calle que divide los barrios Los Olivos y Los Estoraques. Eran las 8:00 de la noche del domingo cuando se escucharon disparos.
Algunos testigos comentaron que la reunión fue interrumpida por un hombre, quien sin mirar hacia ningún lado, ni mediar palabra, empezó a disparar “como loco”.
Mientras todos gritaban y corrían buscando refugio, las balas alcanzaron a Marcos Giovany Parales González, quien falleció tras recibir varios disparos, y a una amiga suya, quien resultó herida en una pierna.
“Mire cómo quedaron disparos en todos lados (señala puertas cercanas). El tipo llegó, caminaba y disparaba contra todos. Allí siempre se la pasan muchachos reunidos”, precisó una persona que no quiso dar su nombre.
De la víctima fatal se conoció que se dedicaba desde hace un par de meses al alquiler de lavadoras en varias zonas de Atalaya. Vivía en Antonia Santos, parte alta, con su mamá y sus hermanos. Era el tercero de seis hijos.
El coronel Carlos Lineros, comandante operativo de la Policía Metropolitana, dijo que la víctima no tenía antecedentes.
