Si usted constantemente veía a jóvenes y adolescentes consumiendo basuco o inyectándose heroína, en los barrios Claret, Motilones, Comuneros y Ospina Pérez, de la ciudadela Juan Atalaya, probablemente eran víctimas de la banda de microtraficantes conocida como Los Moscos, que dominaba el tráfico de droga en estos sectores.

La Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta capturó a los miembros de esta organización ilegal, conformada por nueve hombres y una mujer.

Los investigadores le siguieron el rastro a los microtraficantes, durante algunos meses, bajo la dirección de la Fiscalía 19 Seccional de Antinarcóticos.

¿Cómo lo hicieron?

Una vez se conoció que en estos barrios de la ciudadela Juan Atalaya se estaba expandiendo el negocio del microtráfico dominado por Los Moscos, la Sijín infiltró algunos policías de civil que se hicieron pasar como consumidores de drogas para conocer los movimientos detallados de esta banda.

Poco a poco, los policías se ganaron la confianza de la red de traficantes de drogas y de esta manera fue más fácil para los investigadores identificar y judicializar a cada uno de los integrantes.

“Sin que los presuntos delincuentes sospecharan, los uniformados utilizaron cámaras ocultas para grabarlos y además, fueron interceptadas líneas telefónicas en las que evidenciaron la manera cómo delinquían”, señaló uno de los investigadores judiciales.

¿Quiénes eran?

Al primero que lograron identificar fue a Jesús Orlando Hernández González, Zapatero, de 28 años, quien es sindicado de ser el cabecilla de la estructura.

Luego, según las autoridades, vendría Jesús Alberto Cárdenas Rey, de 36 años, el Viejo, señalado de ser el jefe de los expendedores.

Andrea Patricia Sanguino Ortiz, la Gorda, de 28, presuntamente se encargaba de controlar las ventas y recibir el dinero diariamente.

Entre tanto, José Gregorio Hernández González, de 26 años, Ito; Carlos Eduardo Lizcano, de 27, Puntilla; Duván Felipe Carrascal Pabón, de 21; Anderson David Leal Villamizar, Chiqui, de 21; Marlon Carrillo Pérez, de 22, el Chino, y los hermanos Jaminson y Jesús Johan Rincón González, Loco Bola y el Mono, de 29 y 27, respectivamente, completaban esta estructura delincuencial.

“Esta banda se dedicaba a vender drogas cerca a los colegios y en los parques de Atalaya”, resalta el informe policial.