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Balacera afecta a la escuela de una vereda de Hacarí

La intempestiva incursión ocasionó vidrios rotos en los ventanales y un gran temor entre los padres de familia.

Los enfrentamientos entre grupos alzados en armas no cesan en la zona del Catatumbo y afectan a la población civil.

La más reciente confrontación, al parecer, entre miembros del Eln y un reducto del  Epl, también conocido como Los Pelusos, se registró en la vereda La Pacheca, jurisdicción del corregimiento de Las Juntas, zona rural del municipio de Hacarí.

Voceros comunales indicaron que se reportaron daños materiales en la escuela y algunas casas vecinas fueron impactadas por las balas.

La intempestiva incursión ocasionó vidrios rotos en los ventanales y un gran temor entre los padres de familia de enviar a sus hijos a las aulas de clases.

Los niños campesinos “hace rato están en vacaciones forzadas por los enfrentamientos y los papás no arriesgan la vida, ya que pueden caer en campos minados (…) Llevamos más de 4 meses sin poder trabajar y sacar los productos al casco urbano ya que se vive una zozobra”, indicó un habitante de la región, que por razones de seguridad no reveló su nombre.

Todos los días -agregó- se escuchan disparos desde lejos, entre cerro y cerro, lo que genera pánico entre los pobladores.

“Desde hace rato se ha solicitado la presencia de organismos internacionales de Derechos Humanos para que verifiquen la situación, pero ellos también sienten miedo ya que esa gente no respeta a nadie (…) desde marzo se ‘prendió’ la guerra entre el Eln y Los Pelusos por el dominio territorial a raíz de los cultivos ilícitos”, agregó.

Según vecinos de la región “nadie” ha podido detener esta guerra que ha dejado muertos de parte y parte e incluso entre parientes. “Como lo dijo alguien, es una guerra fratricida, entre hermanos y primos”, dicen.

El anterior fenómeno ha causado desplazamiento forzado de campesinos hacia el refugio humanitario de Mesitas que ya se disolvió. Pero, en la actualidad los labriegos se trasladan de vereda en vereda para no ser sorprendidos especialmente en las horas de la noche.

Según los agricultores, con la llegada del Ejército el conflicto se agudiza ya que existe un tercer actor en la zona. 

“Estamos entre la espada y la pared, el Gobierno sólo envía pañitos de agua tibia y pretende con mercados calmar los ánimos incendiados”, reiteró un labriego.

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Viernes, 6 de Julio de 2018
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