Cuando el reloj marcaba las 7:50 de la noche, del lunes, en el barrio La Parada, de Villa del Rosario, comerciantes y habitantes tuvieron que correr a esconderse. Todos llenos de pánico e incertidumbre soportaron durante casi una hora, una fuerte balacera.
El enfrentamiento arrancó en el paso informal fronterizo conocido como La Platanera y alcanzó a llegar a unas calles que están cerca del río Táchira, del lado colombiano.
Las ráfagas de fusil y disparos de armas cortas, tuvieron un solo significado, el Eln y la banda criminal Tren de Aragua, que delinquen tranquilamente en esa zona, estaban enfrentándose una vez más por el control de las trochas de la frontera con Venezuela.
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Una hora más tarde, varias patrullas de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) llegaron al sitio y confirmaron que ninguna persona había resultado herida o muerta en el enfrentamiento que se extendió hasta territorio colombiano.
Por redes sociales circularon una veintena de videos, donde se pudo observar cómo habitantes, comerciantes y conductores del transporte corrían despavoridos al sonido de las balas.
Todo por la extorsión
Ayer, varios pobladores se despertaron entre la desconfianza y el miedo que dejó el tiroteo, pues saben que esa una estrategia de los grupos ilegales para presionar a los comerciantes para que paguen las ‘vacunas’.
“Estamos hablando entre varios sectores que vivimos del comercio en la zona y nos parece muy sospechoso que después de tantos disparos, ninguna persona resultara herida, los ‘maleteros’ caminaron por las trochas hoy (ayer), y nos comentaron que no había rastro de absolutamente nada, ni sangre, ni huellas, es como si se hubieran metido a la maleza y soltaron ráfagas de disparos de una lado al otro”, comentó un líder social del sector.
Sus temores están infundados en la experiencia del año pasado, cuando, según comentaron algunas personas, también en diciembre, se presentó un enfrentamiento a bala en el que no resultó herido ninguna persona, pero a los días comenzaron a llegar integrantes del Tren de Aragua a exigirles sumas de dinero por ‘defender el territorio’.
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“Esos llegaban diciendo que necesitaban dinero para municiones, para comprar alimentos a las personas que hacían guardia, para reconocerles algo a las personas que están ‘defendiendo nuestra integridad’, que están en pie de lucha y montón de tonterías más, inventadas para desangrarnos a nosotros con esos cobros”, explicó un habitante del sector.
El líder social también explicó que en estos momentos La Parada está siendo controlada por esta estructura criminal y el miedo de no ser asesinados o desaparecidos, los obliga a pagar las sumas exigidas.
“Hay unos que se llaman moscos, están de arriba para abajo, viendo todos los movimientos de las personas, comerciantes y hasta policías. Son muchas personas, por lo general están cerca del puente. Uno no puede decir nada porque dicen que son todos comandantes y nos da miedo denunciar con nuestro nombre, eso es ponerse una lápida en la cabeza”, concluyó el líder del sector.
Una solución rápida
Debido a la crítica situación de orden público que se vive en algunos sectores de esta frontera, el alcalde de Villa del Rosario, Eugenio Rangel, señaló que se están tomando medidas de seguridad muy rigurosas para garantizar la tranquilidad del sector.
“Esa misma noche la teniente Palomino se apersonó del caso, que fue más que todo para infundir miedo, nosotros nos reunimos en un consejo de seguridad (ayer), para tratar ese tema, pero estamos trabajando con la Policía, el Ejército y esta administración, de forma constante”, manifestó el alcalde.
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Un comerciante le indicó a La Opinión que la única forma que encontraron hace un año, para evitar los cobros de ‘vacunas’ a varios dueños de negocios, fue instalar cámaras de seguridad y pegar calcomanías al frente de los locales que decían ‘Este negocio está protegido por la Policía Nacional’.
“Cuando hicimos eso, los extorsionistas al llegar y ver la calcomanía, se daban la espalda y miraban para otro lado, y los comerciantes que no quisieron hacerlo, fueron víctimas de extorsión por varios días”, señaló otro comerciante.
Por esa razón, el general Óscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana, comentó que desde noviembre se ha hecho un acompañamiento a todos los sectores productivos, de comercio y transporte, para evitar que sean víctimas de extorsión.
“Hasta el momento no habíamos tenido ningún evento que llegara a alterar el orden público, pero con esta situación que se presentó, ya estamos haciendo las investigaciones para determinar si fue fusil o qué fue lo que pasó y acompañar a los habitantes de la zona”, explicó el oficial.
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