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A balazos, dos muertos en menos de 24 horas

En los barrios Divino Niño y Villanueva.

La única pista que tienen las autoridades sobre el homicidio del venezolano José Armando Pérez Quintero, es que el pistolero presuntamente era conocido de la víctima, ya que minutos previos, los dos hombres se movilizaban en una motocicleta.

“Al parecer, los dos llegaron en una moto. Luego, Pérez, de 45 años, se bajó y su acompañante le disparó en la cabeza”, aseguró una fuente cercana al caso.

El hecho se registró a las 5:10 de la tarde del miércoles, en la calle 10 con avenida 18 del barrio Divino Niño, en inmediaciones de la avenida Las Américas.

El venezolano José Armando Pérez murió en el hospital Erasmo Meoz, luego de ser baleado en la cabeza, la tarde del miércoles, en el barrio Divino Niño.

Cuando Pérez cayó al piso gravemente herido tras recibir el tiro en la frente, el victimario huyó del lugar sin que las autoridades pudieran ubicarlo.

“Un hombre que estaba muy cerca al lugar del hecho, no se percató de lo ocurrido solo hasta ver que las personas se aglomeraron alrededor de Pérez para tratar de auxiliarlo”, le contó un vecino a las autoridades.

Al lugar arribaron uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta y de inmediato subieron a la víctima a un taxi para trasladarla al policlínico de la ciudadela Juan Atalaya. De allí,  fue remitida al hospital Erasmo Meoz, donde finalmente murió.

Por ahora, los investigadores judiciales avanzan en las pesquisas para esclarecer los móviles de este hecho.

Crimen en Villanueva

A la 1:10 de la tarde de ayer, cuando Víctor Manuel Ortiz Becerra iba saliendo en su bicicleta de su casa, en la manzana 9 lote 15 del barrio Villanueva, un pistolero que se movilizaba en un taxi, lo atacó hasta acabar con su vida.

“El agresor disparó desde la calle y como el señor corrió a esconderse en la casa, lo siguió hasta matarlo”, dijo un testigo.

Ortiz recibió dos balazos en la cabeza. La bicicleta quedó encima del cadáver, en la sala de la humilde vivienda.

“Íbamos saliendo de la casa, pero yo me quedé maquillándome cuando escuché los disparos. Al asomarme mi esposo estaba  tirado”, dijo la esposa de la víctima.

Ortiz actualmente trabajaba como reciclador, porque no había conseguido trabajo como albañil, que era su profesión.

La víctima vivió los últimos trece años junto a su pareja en la vivienda donde terminaron con su vida.

“A él lo había amenazado un hombre hace tiempo, pero a ese señor ya lo habían matado”, dijo la esposa.

Los vecinos reconocieron que Ortiz, de 41 años, era un hombre amable y que se preocupaba por la seguridad del barrio.

Sin embargo, las autoridades intentan esclarecer si la víctima consumía drogas o sobre problemas relacionados de este tipo.  Miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) practicaron la inspección y el levantamiento del cadáver.

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Jueves, 13 de Junio de 2019
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