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Cae implicado en atentado a Escuela General Santander

Pablo Antonio Villamizar, Oli, presunto cabecilla del frente Efraín Pabón Pabón del Eln fue detenido en Cúcuta.

Pablo Antonio Villamizar, Oli, presunto cabecilla del frente Efraín Pabón Pabón del Eln y quien, al parecer, estaría implicado en el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander, el 17 de enero de 2019, fue detenido en Cúcuta.

Oli fue capturado el 11 de septiembre, en zona céntrica de la capital nortesantandereana y al término de las audiencias concentradas un juez de control de garantías le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario por rebelión.

La detención fue adelantada en un operativo conjunto entre la Fiscalía, el Departamento de Policía de Santander y la Quinta Brigada del Ejército.

“Se conoció que Villamizar habría suministrado información importante para la comisión del atentado, puesto que participó en un curso de formación como oficial en este lugar”, señala el boletín de la Fiscalía, sin precisar mayores detalles, pero entendiéndose que esta persona habría sido un cadete.

Asimismo, se evidenció- agrega el comunicado- que como presunto cabecilla de este grupo subversivo, tendría injerencia en los municipios de Silos, Chitagá, Labateca y Toledo (Norte de Santander), así como en Cerrito, Concepción y San Andrés, entre otros del departamento de Santander.

En el operativo también fueron capturados tres supuestos miembros más de ese frente, a quienes la Fiscalía presentará ante un juez de control de garantías, para su respectiva judicialización por extorsión.

“Estas personas, al parecer, eran las encargadas de la logística, abastecimiento e inteligencia en esta red de apoyo al terrorismo del Eln”, precisa el comunicado.

El atentado 

El punto de no retorno que marcó el cierre de las negociaciones entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Gobierno ocurrió el 17 de enero de 2019, cuando José Aldemar Rojas, de quien se dijo era explosivista de esa guerrilla, ingresó a la Escuela de Cadetes General Santander y activó el carrobomba que conducía contra uno de los alojamientos de las mujeres que se preparaban para ser policías.

El vehículo que ingresó al alma máter de la Policía era una camioneta Nissan Patrol gris, cargada con 80 kilos de pentonita, los cuales estallaron a las 9:30 de la mañana de ese jueves.

El atentado, sin precedentes en la capital del país, metió en el congelador los diálogos que las partes sostenían en busca de una salida negociada al conflicto.

El saldo: 23 personas muertas, entre esos Rojas, y más de 70 heridos que fueron atendidos en diferentes centros asistenciales. En ese momento, todo era caos, incertidumbre y zozobra por parte de los familiares que llegaron hasta la puerta de la Escuela procurando información sobre sus parientes.

En tiempo récord, el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez entregó detalles de lo sucedido. Aseguró que Rojas era miembro del Eln, que le decían alias Mocho y detalló el recorrido que hizo para llegar al sitio. Según su versión, la camioneta salió de una bodega en Bosa, en el sur de Bogotá, y en su recorrido fue escoltado por una motocicleta roja.

Mientras Martínez daba su reporte, 21 familias asimilaban la noticia e impotentes veían que los sueños de sus hijos, hermanos y sobrinos se desvanecían. La víctima número 22 falleció diez días después a consecuencia de las heridas recibidas.

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Martes, 15 de Septiembre de 2020
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