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Condenan a once años de prisión a expolicía

El exagente fue encontrado armado y sin permiso para porte.

La Fiscalía logró demostrar en juicio que el exagente de la Policía José Omar Peña Pérez llevaba en un carro particular una subametralladora Mini Uzi, sin permiso para porte, y no se trató de un ‘falso positivo’ como pretendió demostrarlo la defensa del implicado.  

Peña Pérez fue detenido el 20 de junio de 2012 tras ser interceptado en un puesto de control en la autopista internacional en Villa del Rosario.

Según relató la Fiscalía, hacia el mediodía un informante alertó a las autoridades sobre la movilización de integrantes de bandas criminales armados en un vehículo de placa venezolana, terminada en 5HE.      

Razón por la cual, a un mayor de la Policía le fue encomendada la misión de verificar la información y establecer el puesto de control para ubicar el automotor descrito, de color oscuro.

El oficial se trasladó en una patrulla, en compañía de un subintendente, y tras verificar algunos vehículos similares, fue finalmente ubicado el conducido por Peña Pérez, quien estaba uniformado.

Al ser requerido para una requisa, Peña Pérez se identificó con su cédula y un carné como miembro activo de la Policía, en el grado de agente, asegurando que trabajaba en el departamento y estaba visitando un amigo en Villa del Rosario.

Sin embargo, llamó la atención de los uniformados que la placa del vehículo coincidía con la descrita por el informante y tras realizar una inspección superficial del automotor decidieron conducirlo hasta la bahía del CAI del Templo Histórico, el más cercano,  para una inspección pormenorizada.

La Fiscalía describió que los policías  procedieron a buscar en la guantera, debajo de los asientos, en los espaldares, debajo del vehículo y por último el baúl.

“Junto a la llanta de repuesto había una bolsa de herramientas y un maletín azul de lona, donde hallaron la subametralladora y dos proveedores para la misma,  sin munición”, señaló el ente investigador.

El juicio

Tras su captura, el exagente fue presentado ante un juzgado de control de garantías que legalizó su detención y le impuso medida de aseguramiento en prisión por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso restringido o privativo de las Fuerzas Armadas.

Durante el juicio, se conocieron los testimonios del mayor, quien detalló el procedimiento policial efectuado hasta que él encontró el arma, y de otro uniformado que se encontraba de servicio en el CAI del Templo Histórico, quien observó desde lejos la incautación.

Sin embargo, llamó la atención lo afirmado por el subintendente (que acompañaba al mayor), al declarar a favor del acusado intentando demostrar que en la acción  intervinieron más policías y que no fue el mayor quien halló la subametralladora; finalmente, terminó por contradecirse.

“Nótese como este declarante (subintendente) miente en su afán de favorecer al acusado situando a personas que no intervinieron en el registro (…) increíble esta afirmación precisamente por ser miembros de la Institución”, señaló el juzgado especializado que lo condenó.

Peña Pérez, de 41 años, natural de Bochalema, fue sentenciado a 11 años de prisión sin beneficios de casa por cárcel o suspensión condicional de la ejecución de la pena.

Volvió a sonar

Días después de su captura, el nombre de José Omar Peña Pérez volvió sonar tras la masiva detención de integrantes de las Autodefensas Nortesantandereanas Nueva Generación, integrada por un reducto de Los Urabeños, en desarrollo de la Operación Pescador.

Para entonces, el coronel Álvaro Pico Malaver, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, lo relacionó como integrante de esta banda delincuencial, a quien le fueron notificados nuevos delitos en la cárcel por seguir delinquiendo y apoyando esta organización. Este último proceso avanza de manera separada.

 

Viernes, 29 de Enero de 2016
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