En manos de la Fiscalía está la investigación que permita esclarecer lo ocurrido con la muerte de Salvador Jaime Durán, en zona rural de Teorama, presuntamente durante una operación del Ejército.
En reacción, a este hecho, la comunidad detuvo a seis militares tras asegurar que nunca hubo un combate y que se trataría de un joven campesino, que nada tiene que ver con el conflicto armado en esta zona del país.
Los confusos hechos ocurrieron el sábado 27 de junio, hacia las 10:00 de la mañana, en la vereda Filo Guamo, comprensión rural de Teorama, lo que ocasionó la respuesta airada de los campesinos.
El brigadier general Olveiro Pérez, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, dijo en un comunicado que tropas del Comando Operativo Energético No. 1, adscritas a la Segunda División del Ejército, desarrollaban operaciones de seguridad y defensa en el sector señalado, y “según las primeras informaciones, fueron atacadas ocasionando un intercambio de disparos. Sobre lo ocurrido se dio aviso a la Fiscalía, Procuraduría y a la Defensoría del Pueblo, con el fin de que se adelanten las labores de verificación que correspondan y las investigaciones a que haya lugar”.
El oficial agregó que ese comando, dando cumplimiento al principio constitucional de colaboración armónica entre las instituciones “se encuentra prestando toda la información a las autoridades competentes para que se esclarezcan las circunstancias de tiempo, modo y lugar”.
La comunidad
“Hubo un homicidio, pero en el momento no tenemos la identificación de quiénes fueron los sujetos que cometieron este hecho. La comunidad adelantó una captura ciudadana a varias personas (soldados) como sospechosas en este hecho (...)” se escucha en un video grabado por líderes de la región, donde participan delegados de la Personería y Alcaldía de Teorama y de la Asociación Campesina (Ascamcat), mientras los soldados entregan sus nombres y números de cédula.
Los voceros señalaron que la víctima fue auxiliada en un primer momento por su padre Salvador Jaime Peinado, quien acudió al sitio por los gritos de su hijo, percatándose que recibió varios impactos de bala en el pecho.
“Ante estos nuevos hechos que alteran la paz en el Catatumbo, la comunidad buscó la interlocución con los militares que hacían presencia en el sector. Uno de ellos se identificó como el suboficial encargado de apellido Yunda, que negó reiteradamente la responsabilidad sobre los hechos. Así mismo, negó conocer a los uniformados que se encontraban a pocos metros de distancia”, señalaron voceros comunales.
Agregaron, que el suboficial manifestó tener tan solo 30 militares a su cargo y posterior al cuestionamiento de las comunidades “admitió que los mismos si estaban a su mando. Esclarecida la situación la comunidad procedió en tomar bajo la figura de captura ciudadana como lo dispone el artículo 302 de la Ley 906 de 2004 y la jurisprudencia de la Corte Constitucional”.
Los militares fueron trasladados hacia las instalaciones de la escuela de la vereda Filo Guamo parte baja, asegurando que fueron tratados con respeto y apego a los derechos humanos.
El domingo, al cierre de esta edición, una comisión interinstitucional llegó hasta el sector para mediar en esta situación y lograr la entrega de los militares por parte de la comunidad, quienes fueron identificados como los soldados profesionales Javier Orlando García Jaimes, Víctor Alfonso Gómez Romero, Wilder Lugo Ramos, Nova Jiménez, Milciades Jiménez, y un cabo segundo cuyo nombre no fue revelado por el organismo castrense.
Unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) también se trasladaron hasta la vereda para recoger el material de evidencias y así poder determinar si los militares son los responsables de esa muerte, además de conocer los móviles.
Por lo pronto, se espera que el Ejército entregue de manera oficial datos concretos sobre la víctima y sobre las operaciones que desarrolla en esta región contra grupos armados.
