Desplazamiento y amenazas en Pisarreal 

Llegar a la parte alta de Pisarreal, en Los Patios es subir a un cerro rodeado de miradas presas del miedo, que apenas se asoman por las ventanas para verificar qué persona  se acerca. Es entrar a un lugar donde solo quedan aquellos que no tienen adonde más ir. Fueron cinco las familias desplazadas por los violentos.

Durante los últimos 15 días, la vida cambió para estos humildes hogares anclados en ese cerro. Allá, han esquivado las balas, resistido golpes y humillaciones y quienes se quedaron viven con zozobra.

Todos fueron víctimas de un hombre moreno, de estatura baja, y de unos 35 años, que llegó junto a 10 sujetos más (entre jóvenes y adultos) armados con revólveres y trabucos, que luego de presentarse como integrantes de la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (Epl) ingresaron, a la fuerza, a varias casas, golpearon a sus integrantes, los robaron y pidieron dinero a cambio de seguir viviendo allí. De lo contrario, los asesinarían. 

Así quedó el interior de una de las casas que fueron abandonadas por sus propietarios.

Los hechos

La primera vez que los habitantes de ese sector, aledaño a la invasión Valles de las Vegas, supieron que estaban a la merced de los violentos fue el viernes 10 de julio.

En horas de la mañana, los sujetos se pararon en lo más alto de esa montaña y armados pidieron subir a todos los hombres que habitaban en ese lugar.

“Ellos se presentaron como guerrilla urbana, dijeron que eran del Epl y que ahora ellos mandaban allí. Les advirtieron que no querían ver a la Policía porque vendrían consecuencias y que debíamos buscar para dónde ir”, dijo uno de los testigos, de quien se reserva su identidad.

Ante la advertencia, los pobladores se silenciaron. Pero, ocurrió que a los días siguientes el hombre moreno llegó a una de las casas y con sus acompañantes, algunos con acento venezolano, golpearon a los ocupantes y los hicieron salir a las malas. Se llevaron todo lo que pudieron.

Para el jueves 16 de julio regresaron con bolsos negros enormes y terciados. Esta vez, una segunda vivienda fue el objetivo.

Una peinadora con cuatro cajones por fuera, una mesa roja con poncheras y ollas, un canasto de mimbre repleto de ropa y bolsas, estaba frente a la estufa. En la parte de atrás, dos bombonas verdes, un colchón, muchos enseres acompañados de vidrios rotos evidenciaban que en esa casa dichos hombres revolcaron todo a su paso.  La familia se negó a irse ese día. Pero, ayer, en la casa no había ningún integrante. Todos huyeron.

“Eran las 11:00 de la mañana de ese día de la Virgen del Carmen. No olvidaré nunca esa fecha. Se escucharon gritos y hasta un tiro de bala. Todos los que estábamos encerrados creímos que habían matado al vecino. Le dañaron todo”, contó otro testigo.

Aunque la Policía llegó al lugar tras la queja, no duraron mucho y se marcharon.

Sin embargo, la noche más oscura para estos pobladores, ocurrió entre el sábado y el domingo pasado, cuando el cabecilla empezó a gritar y a ordenar que todos salieran de las casas.

“Era casi la medianoche. Nos despertaron gritando: ‘llegaron los Pelusos, abran las casas’. Con groserías golpeaban las rejas y puertas, pero nadie quiso abrir. Quienes pudieron se metieron debajo de las camas o de cualquier mesa que vieron como salvaguardia y solo quedó suplicar a Dios”, dijo un poblador.

Según conoció La Opinión, a una familia le tumbaron parte de la pared para poder ingresar. Los ocupantes caminaban agachados de lado y lado para no ser presas de la locura de estos desconocidos. Pero, finalmente no pudieron resguardarse.

“Revolcaron la casa. A la señora, que es de la tercera edad, la maltrataron e insultaron. Se llevaron lo que se les antojó porque son unos ‘cascareros’ y, ese hombre, el líder, es un sicópata. De la rabia que le dio porque ninguna casa abrió, le salía como babaza y parecía drogado. Luego, fueron a tres casas más e hicieron lo mismo”, contaron.

Cuando la Policía fue alertada de lo ocurrido y llegó al lugar de los hechos, ya otros jóvenes, entre ellos Cristhian Alfredo Gutiérrez Giraldo, alias 9 milímetros, llegaron a enfrentarlos.

Según el testigo, nadie sabe cómo 9 milímetros, quien las autoridades buscaban por homicidio, llegó armado con los demás a ese lugar. Pero, no lograron intimidar a los presuntos Pelusos, pues la Policía los capturó.

En la parte alta de pisarreal los pocos habitantes que quedan viven con miedo y zozobra.

¿Podrían regresar?

La última vez que estos hombres regresaron a ese sector, fue el pasado lunes festivo, según conoció este medio, con un celular y con pantallazos de una conversación en WhatsApp. El cabecilla le mostró a los pobladores los nombres de varios vecinos que se atrevieron a denunciar ante las autoridades y lograron intimidarlos. Por eso, cinco familias se fueron por miedo a perder sus vidas.

Este viernes, entre lágrimas una mujer no podía entender cómo después de más de 20 años residiendo en ese lugar, le ocurriera eso.

“Ese lunes tuve que ver llorar a mi niña diciendo ‘mamí, ahí vienen, nos van a matar’. Es desgarrador. Se siente uno solo y sin autoridad que responda”, contó la mujer.

Versión oficial 

El coronel José Luis Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que los hombres son delincuentes comunes que se hacen pasar por grupos armados para infundir miedo.

“Estamos al tanto de lo ocurrido y las investigaciones avanzan para capturarlos”, dijo el coronel.

Entre tanto, José Miguel Bonilla, alcalde de Los Patios, manifestó que el problema viene de tiempo atrás y todo por el control de los terrenos en esa zona.

“La mayoría de las personas que se asentaron en la invasión Valles de las Vegas son venezolanos. Hemos buscado de manera amigable la mejor salida, pero la pandemia nos detuvo las acciones que veníamos realizando. Sabemos que se fortalecieron las bandas criminales y estamos en el proceso de restablecer el orden del sector”, dijo.

Según el mandatario, a las familias que tuvieron que salir, les están garantizando los derechos y tienen acompañamiento con la Personería del municipio.

“Les garantizaremos volver a sus viviendas porque como municipio no permitiremos que la gente se nos salga de acá y menos por violencia. Tomaremos acciones contundentes”, finalizó Bonilla.