La estructura ilegal fue hallada en zona rural de Tibú.
Cinco días fueron necesarios para que tropas del Ejército pudieran llegar hasta el punto donde la disidencia del Frente 33 de las Farc, tenía una refinería al servicio de narcotráfico, su principal eje de financiamiento para cometer los hechos delictivos que mantiene constantemente en Norte de Santander.
Los militares ubicaron la estructura ilegal en la vereda M-14, de Tibú, donde el grupo armado ilegal tenía acondicionadas dos piscinas en las que almacenaba el petróleo que se roba del Oleoducto Caño Limón Coveñas, para luego procesarlo y convertirlo en pategrillo, un insumo necesario para producir cocaína.
En la inspección, los uniformados hallaron mangueras y otro material que conectaba a las piscinas con los demás elementos que eran utilizados para procesar el crudo, por lo que el Grupo de Explosivos y Demoliciones tuvo que destruirlos de manera controlada.
Las autoridades aseguraron que a través de estas refinerías, los grupos armados ilegales, especialmente la disidencia de las Farc, en Norte de Santander, buscan fortalecer sus finanzas para ampliar sus tentáculos en el departamento, comprando armamentos y engruesando sus filas, con el dinero producto del narcotráfico.
El Ejército aseguró que la disidencia del Frente 33 de las Farc, destilaba al menos 24.000 galones de petróleo en esta refinería.
