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El Tarra llora sus muertos

Este jueves se hará un funeral colectivo, oficiado por el obispo de Tibú, Omar Alberto Sánchez.  

Escenas de llanto y dolor se vivieron esta mañana en el arribo a El Tarra de los cuerpos sin vida que fueron traídos desde Ocaña, a donde fueron llevados al atardecer del lunes cuando ocurrió la masacre en la que murieron nueve personas y otras dos quedaron heridas, para para las diligencias forenses.

El defensor del pueblo de Ocaña, Nelson Arévalo, quien acompañó la caravana que traía los cadáveres, le dijo a La Opinión que a El Tarra solo llegaron seis  cuerpos, el del líder comunal, Fredermán Martínez, los hermanos Wilmer y Ramón Emiro Ramírez, Alexander Campo, Asdrúbal Durán  y Jhon Sanabria. Los otros tres cadáveres fueron dejados en sus  pueblos de origen en el sur del César, Ocaña y un caserío en la vía Ocaña-El Tarra de nombre San Pablo.

Familiares de las víctimas fatales insistieron en exigirles a las autoridades justicia y resultados inmediatos de las investigaciones que se adelantan para que se castigue a los autores de la masacre.

“Esto no puede quedar impune”, dijo Hernando González, familiar de uno de los muertos de El Tarra.
Arévalo criticó el hecho de que no hubiera fuerza pública acompañando el recibimiento de los cadáveres a su llegada al cementerio municipal, donde fueron llevados para su respectiva preparación en los ataúdes.

Cada familia recibió a su familiar y lo llevó a su casa donde serán velados hasta este jueves cuando se tiene previsto  un funeral colectivo oficiado por el obispo católico de Tibú, Omar Alberto Sánchez.

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Prosigue investigación

Investigadores del Grupo Élite de la Fiscalía que arribaron este martes a El Tarra continuaban  las labores de investigación para determinar móviles y autores de la masacre que sacudió a este municipio.

La Opinión conoció que también se analiza si hubo omisión de la policía en su reacción, lo cual a juicio de familiares de las víctimas fue tardía por cuanto la masacre se produjo a plena luz del día, a escasos dos kilómetros de distancia entre los cuarteles de policía y ejército con el  billar donde ocurrieron los hechos.

Los pistoleros huyeron por una carretera que comunica las veredas Santa Clara, Santa Catalina y Bracitos con Hacarí.  

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Miércoles, 1 de Agosto de 2018
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