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En el barrio Magdalena, libre la venta de drogas

La comunidad dice que se cansó de llamar a la Policía y que nadie vaya.   

El 31 de octubre de 2016, varios habitantes del barrio Magdalena se reunieron en la calle 20 con avenida 22A para ver como una retroexcavadora tumbaba las ruinas de una enorme casa que tiempo atrás habitaron varias familias, pero que con el pasar del tiempo se convirtió en una guarida de delincuentes, microtraficantes y drogadictos.

Ese día, funcionarios de la Alcaldía, en asocio del entonces comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Yecid Arango, anunciaron con ‘bombos y platillos’ que ese mito de inseguridad que mantenía azotados a los residentes de Magdalena, San José, Santander y Gaitán, se acababa de una vez por todas.

A la par con la demolición, la Policía anunció planes especiales de vigilancia en estos barrios tendientes a contrarrestar actividades delictivas como el consumo y tráfico de sustancias estupefacientes, hurto en todas sus modalidades y homicidios.

Pero no fue así. Hoy, después de dos años, en ese mismo lugar se sigue vendiendo droga y atracando, más que antes, y a la vista de todo el mundo, sin que ninguna autoridad se haga cargo de la situación.

Algunos habitantes del sector, desesperados por lo que en este momento está pasando, se dieron a la tarea de hacerle seguimiento a esta problemática para denunciarla, pues dicen que a nadie pareciera interesarle.

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Angustiados

“A cualquier hora del día o de la noche se puede ver el desfile de habitantes de la calle y de personas que vienen de otros sectores a comprar droga. Algunos se van y otros se quedan, esto es terrible”, aseguró un vecino de ese lote, pero que por seguridad no revela su nombre.

Y es que quienes se la pasan en ese lugar, vendiendo y consumiendo alucinógenos, se esconden debajo de las columnas de un tanque de agua o entre la maleza que allí abunda.

“Todos los días se puede ver cómo más de 20 personas se meten ahí, no solo a consumir droga, sino a pelear, sacan cuchillos, palos y hasta piedras. Hace unos días, en la noche, balearon a dos muchachos porque llegaron a vender y no pidieron permiso”, contó otro habitante.

Agregó: “a eso súmele que pasar por ahí es un riesgo, pues lo pueden robar. Gracias a Dios no han violado a ninguna niña, porque eso sí sería lo peor”.

Las vecinos recordaron que hasta el 2016, en ese sitio había una banda de Punta Brava que mandaba y hacía lo que quería. “Ahí entraban a personas, las golpeaban y las obligaban a pagar por dejarlas libres, también mataban o cuando se robaban motos, las escondían ahí”.

¿Quién responde? 

Para quienes viven en el sector, las autoridades son las únicas que no ven el problema, “pues acá nos cansamos de llamar a la Policía y nadie viene. Cuando se ponen a pelear se escuchan gritos y se puede ver que casi se matan. Pero eso no le importa a nadie, solo a los que vivimos acá”, señaló otro residente.

Lo peor de todo, según la comunidad, es que quien manda en esa ‘olla’ sería una mujer, cuyo nombre no quiso ser revelado por los afectados, por miedo a represalias.

“A dos cuadras está uno de los puntos más grandes y antiguos donde se comercializa droga en Cúcuta, se trata de Punta Brava. Ahí, afuera de las casas, expenden alucinógenos descaradamente y la Policía pasa como si nada, entonces imagínese acá como es. No tenemos esperanzas de que esto se acabe”, manifestó uno de los residentes.

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Lo más preocupante

Para la comunidad lo más preocupante es que en el sitio se la pasan varios menores de edad vendiendo y consumiendo alucinógenos, como se puede ver en algunas de las fotos.

“Los niños llegan ahí a meter droga, sin que alguien pueda decir o hacer algo, pues sabemos qué puede pasar con esos tipos. Además, por ahí hay un canal, donde está un tipo con la droga”, sostuvo la comunidad.

Añadió: “mujeres embarazadas y con niños, también llegan al lugar. La gran mayoría son venezolanos. Muchos de los vecinos nos hemos visto afectados por los robos”.

Lastimosamente, los habitantes están a la espera de que se presente un homicidio para que las autoridades intervengan el sector; aunque creen que eso sería por unos días, como pasó en 2016.

“Ahorita hay un pelea entre los que llevan un tiempo ahí, con un grupo nuevo que quiere tomarse ese sitio. Créame que no demora en ocurrir un asesinato”, explicó otro vecino del sector.

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Viernes, 26 de Octubre de 2018
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