Nuevamente, el corregimiento La Gabarra de Tibú se convirtió en el escenario de un repudiable hecho. Esta vez, una de las enfermeras del puesto de salud de esta zona del Catatumbo fue víctima de una violación, por parte de un desconocido.
El delito al que fue sometida la profesional generó temor y zozobra entre los demás empleados del centro médico y desencadenó que la mayoría de ellos presentara la renuncia al cargo por falta de garantías en su seguridad.
¿Cómo fue?
Según se conoció, en la madrugada del lunes, un hombre entró a la habitación de la enfermera, en las instalaciones ubicadas en la carrera 8 con calle 15 del barrio Once de Noviembre y tras intimidarla con un cuchillo en su cuello cometió la violación.
Las autoridades establecieron que el agresor, que ocultó su cara con un trapo, aprovechando la oscuridad, ingresó atravesando una reja sin candado, el cual lo quitaron días antes para cambiarlo por uno nuevo. Esta reja, colinda con el patio del puesto de salud.
Una vez llegó a la habitación entró de manera silenciosa, a través de un hueco que tiene la pared (adaptado para instalar un aire acondicionado), quedando totalmente vulnerable la víctima.
Después de cometer el hecho, el violador huyó de la escena, mientras que la profesional alertó a sus compañeros y a la Policía sobre lo ocurrido.
En la tarde de ayer, fueron abandonadas las instalaciones del puesto de salud por parte de los empleados. El único que quedó en el lugar fue el chofer de la ambulancia, que a su vez, hace las veces de enfermero.
Impunidad reinante
A este impune hecho, se suma el registrado en marzo de este año, cuando la comunidad de La Gabarra decidió quemar vivo, apuñalar y degollar, al estilista venezolano Yimi Arlinto Villasmil Torres, quien fue señalado de asesinar a puñaladas al también estilista Luis Ramón Santiago Guillen, en su casa.
Ni siquiera la presencia de uniformados de la Policía de Norte de Santander y de soldados del Ejército impidió que esa noche algunos habitantes tomaran la equivocada decisión de hacer justicia por sus manos.
Cinco meses después, las autoridades no han revelado a los responsables de este homicidio. “Ahora, se espera que la Policía atienda el caso de la enfermera y capture al responsable de este hecho”, resaltó un poblador del corregimiento.
