Incontrolable e incierta se convirtió La Parada -dicen sus pobladores- donde ni siquiera la presencia de los policías frena la racha de homicidios en este sector de Villa del Rosario, zona de frontera con Venezuela.

A pleno mediodía de este viernes, en la entrada de la trocha Los Mangos, fue ejecutado al pie de la letra, tal y como se planeó el homicidio del maletero Hernando Angarita Celis, de 59 años.

Minutos antes del crimen se oyeron varios disparos de fusil al interior de la trocha. Por ello, el grupo policías que está ubicado en este sector, ingresó al paso ilegal a verificar qué había ocurrido.

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Sin embargo, esto solo fue un distractor para los uniformados, puesto que al dejar despejada la entrada de la trocha, un homicida se le acercó a Angarita Celis por detrás y le disparó en la cabeza, causándole la muerte de manera inmediata.

Enseguida, el pistolero, con apariencia de menor de edad, vestido de camisa y pantaloneta negra, huyó hacia Venezuela sin que las autoridades pudieran hacer algo para detenerlo. 

“Mataron a otro, eso ya no es raro acá”, dijo un habitante del sector, que observaba el levantamiento del cadáver por  parte de unidades de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Mecuc.

Amenazas

El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana, aseguró que se adelantan las investigaciones del crimen para esclarecer qué móviles existen detrás de este hecho.

Las autoridades conocieron que Angarita Celis había sido amenazado de muerte y desconocidos le habían exigido que no volviera a este sector de La Parada.

En cifras

En lo corrido de este año, en La Parada se han registrado 26 asesinatos, que mantienen a propios y visitantes bajo el temor de ser víctimas de esta oleada violenta.

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En la madrugada del sábado 23 de diciembre fue asesinado un hombre, en la ribera del río Táchira, sobre el sector de La Playita de La Parada.

También, en octubre pasado, un hombre alertó sobre una fosa ubicada en el sector La Platanera de La Playita. Cuando los uniformados revisaron el lugar, encontraron restos humanos, un cuchillo y algunas prendas de vestir con rastros de sangre.

Los habitantes y comerciantes pidieron que se refuerce la seguridad, porque ni siquiera los 200 policías que mantiene la Mecuc en el lugar ha contrarrestado el accionar violento de las bandas delincuenciales que se disputan el territorio.