Con la voz entrecortada y en medio de lágrimas, la pareja de Jorge Jimy Celis recordó que nada pudo hacer para salvarlo en el instante en que un pistolero acabó con la vida de su ser querido
“No pude salvarlo, Dios mío. ¿Por qué la gente es así, si él no se metía con nadie y solo ayudaba a las personas?”, repetía una y otra vez la mujer en medio de su tristeza, mientras ayer adelantaba los trámites para reclamar el cadáver ante el Instituto de Medicina Legal.
El crimen de Celis, de 39 años, oriundo de Boyacá, ocurrió a las 8:30 de la noche del miércoles, frente a su casa ubicada en la manzana 1 KDX 11-18 del barrio Colinas del Tunal, cuando la víctima esperaba que unos clientes salieran del negocio de internet que funciona en la vivienda.
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Varios testigos que estaban cerca del local, vieron cuando un hombre negro, encapuchado, alto, vestido de franela roja y pantalón corto negro, se le acercó y le disparó en tres oportunidades, dejándolo gravemente herido.
De acuerdo al reporte policial, Celis fue impactado dos veces en la cabeza y en el hombro izquierdo y cayó al piso desangrándose.
Mientras tanto, el homicida corrió hacia un sector oscuro y desolado para huir de la escena del crimen.
Enseguida, los vecinos y los familiares de la víctima salieron a auxiliarlo y lo trasladaron en un carro a la clínica Medical Duarte, adonde llegó sin signos vitales.
Colaborador
Una líder comunal de Colinas del Tunal, reconoció que Celis era un hombre dedicado a ayudar a la comunidad y siempre estaba dispuesto a servir a los habitantes del barrio.
“No asimilamos esta situación, porque él no se metía con nadie ni tenía problemas”, reiteró.
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La compañera sentimental, aseguró que Jorge Jimy proveía de agua con una motobomba a las casas del barrio y que también ofrecía electricidad en algunos sectores con una planta de su propiedad.
Capturado
(Diego Fernando Sinisterra.)
Gracias a la descripción que algunos testigos del crimen le dieron a los uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta, metros más adelante de la escena del ataque, los patrulleros detuvieron a Diego Fernando Sinisterra Rentería, quien llegó a Cúcuta hace al menos 15 días, proveniente de Cali.
Los uniformados le encontraron en su poder un pasamontañas, una pañoleta de la Policía, un celular y marihuana.
“El nerviosismo y las diferentes versiones que entregó el hombre sobre el porqué estaba en el lugar del crimen, hizo que los policías no dudaran de que algo extraño ocurría con el sospechoso” indico un investigador judicial.
Testigos le aseguraron a las autoridades que ya habían visto a Sinisterra merodeando la casa de la víctima, junto a otro hombre.