El pasado miércoles, el agricultor Jorge Jaimes Barragán salió de su vivienda en la vereda Campo 6 del municipio de Tibú con una escopeta terciada a la espalda. Al pasar los días, sus familiares creyeron que estaba en casa de una hermana y su cuñado, en una finca cercana, y no se preocuparon. Pero, a dicho destino nunca llegó.
El cuñado señaló que él y su familia estaban en Tibú, desde hacía algunos días, adelantando algunas diligencias, mientras la finca permanecía sola. Sin embargo, ante la prolongada ausencia de Jorge, y al enterarse de que podría estar en su finca, el sábado decidieron ir a verificar.
“Me informaron el sábado hacia las 5:00 de la tarde y a esa hora arrancamos para la finca, pero llegamos como a las 7:00 de la noche. Entonces, decidimos esperar hasta el otro día. El domingo, a las 8:00 de la mañana, emprendimos la búsqueda y lo encontramos hacia el mediodía”, recuerda el cuñado.
Jorge Jaimes fue hallado muerto en una pendiente, en un camino diferente a la finca, con la escopeta tirada a unos dos metros de distancia y con la correa del arma reventada.
“Él siempre cargaba la escopeta para donde iba por si de pronto se encontraba con un animal. Lo que pensamos es que se cayó y el arma se disparó. Era un camino solo y él no tenía problemas mentales, ni líos con nadie.
Además, el arma había sido disparada”, señaló el cuñado.
El cadáver de Jorge Jaimes, de 41 años, nacido en Tibú, estaba en proceso de descomposición y las aves carroñeras habían destrozado su cara. “No sabemos para dónde iba o si subía o bajaba por esa peña”, dijo el pariente.
El parte policial señala que la víctima tenía una fractura en la parte izquierda del cráneo e indagan entre los parientes para descartar un suicidio, un homicidio o corroborar un accidente.
“El cuerpo fue hallado en un desfiladero de aproximadamente 10 metros de profundidad”, indica el reporte de las autoridades.
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Necropsia
Una funeraria local trasladó el cadáver del agricultor a la morgue del Instituto de Medicina Legal en Cúcuta, donde el equipo forense determinará la causa real de la muerte.
Este lunes, los familiares adelantaban las diligencias de rigor ante la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía para la entrega del cuerpo, cuyas exequias se cumplirán en Tibú.
El occiso no tenía hijos y se dedicaba a la siembra de diferentes productos del campo.
