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‘En Venezuela, no hay autoridad que investigue’

Este viernes fueron asesinados dos hombres. Ambos amigos eran contrabandistas desde hacía más de 8 años.

​Juan Carlos Canchica Angarita, de 29 años, y Jack Manuel Cárdenas Carrillo, de 33, fueron asesinados la noche del jueves 31 de octubre en la finca Casa Blanca, de la vereda El Palmar (Villa del Rosario).

Los dos amigos estaban trabajando con mercancía de contrabando por ese sector fronterizo y se movilizaban en un Chevrolet Spark gris oscuro, de placa venezolana AB946NV.

“Eran las 7:30 de la noche y ellos ya estaban de regreso a dejar el carro guardado en esa finca”, dijo un testigo.

Cárdenas Carrillo, quien venía como acompañante en la silla delantera, se bajó a abrir un portón metálico para ingresar a la finca, cuando de repente unos hombres armados les salieron por los lados y empezaron a dispararles, sin mediar palabra alguna.

“Él (Cárdenas) alcanzó a correr unos 20 metros, pero las balas lo alcanzaron y cayó tendido a un lado de la vía. Mientras que Canchica Angarita intentó huir conduciendo su vehículo y, aunque alcanzó a conducir unos 200 metros, terminó estrellándose contra una pared. Luego hasta allá fue rematado por los asesinos”, añadió el testigo.

La Opinión conoció que una vez se supo sobre este hecho, algunos familiares de las víctimas que residían en El Palotal, población fronteriza de San Antonio del Táchira, cruzaron una trocha en busca de sus seres queridos.

“Después del hecho, los hombres armados emprendieron la huida. Una hora más tarde, llegaron familiares que pasaron en solitario para confirmar que eran sus seres queridos y entre el llanto y el dolor los reconocieron. Sin embargo, no lograron que las autoridades colombianas realizaran el levantamiento a esa hora de la noche”, dijo otra testigo.

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Fue hasta las 6:30 de la mañana de ayer, que miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) practicaron la inspección y levantamiento de los cadáveres.

En la escena del crimen, las autoridades hallaron 7 vainillas percutidas de latón dorado.

¿Quiénes eran?

Dicho sector, que colinda con el aeropuerto de San Antonio del Táchira, era el paso de Canchica y Cárdenas, quienes según algunos familiares, venían trabajando juntos con todo tipo de mercancía de contrabando hace más de 8 años.

Extraoficialmente, este medio pudo conocer que ambos amigos eran cercanos al colombiano Wilson Moncada Arenas, de 41 años, quien el miércoles 9 de octubre fue sacado por unos hombres que se identificaron como guerrilleros del Eln y se lo llevaron de su finca (la misma en la que aparecieron muertos ayer ambos amigos). Pero, luego, el viernes 11 de octubre, fue encontrado muerto en la trocha La Marina, en inmediaciones de la finca conocida como Tres Esquinas, de La Parada.

“Él (Moncada Arenas) era el patrón de ellos y le dieron de baja hace poco. Era dueño de esa finca y no entendemos por qué después de eso siguieron con ese trabajo, sabiendo lo que había ocurrido”, dijo un allegado a la familia de una de las víctimas. 

Ambos amigos residían en la parte alta de El Palotal. Juan Carlos Canchica era más conocido como Tailon y dejó un niño de 6 años y una bebé 18 meses. Por su parte Jack Manuel, era padre de tres hijos, todos también menores de edad.

“No entendemos por qué tantos muertos y sin explicación alguna. En Venezuela no hay autoridad que investigue estos hechos. Lo que necesitamos es que el Ejército colombiano se meta a la frontera y saque a la guerrilla que se amañó acá”, dijo un vecino de este sector fronterizo. 

Lo qué dicen las autoridades

El coronel José Luis Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, manifestó que los crímenes en las trochas obedecen a la pelea entre grupos armados por el dominio del territorio y de actividades ilícitas como el contrabando y el narcotráfico.

“La primera hipótesis que tenemos es que los ciudadanos estarían comerciando con combustible, carne, medicamentos y elementos varios para la salud y otros que llevarían de Colombia para Venezuela”, dijo el coronel.

Y añadió: “Estamos trabajando para lograr judicializarlos como ya hemos logrado hacerlo con La Frontera, La Línea y los delincuentes del Tren de Aragua. Infortunadamente la ciudadanía que vive en frontera es tolerante al delito”.

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Viernes, 1 de Noviembre de 2019
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