Cuatro personas, entre ellas un menor de edad y una mujer, que pretendían pasar hacia territorio venezolano por una trocha de La Parada, en Villa del Rosario, pasaron varias horas de terror al ser secuestradas por presuntos miembros del Tren de Aragua, una banda criminal que domina los pasos informales alrededor del puente internacional Simón Bolívar.
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Según las autoridades, a las víctimas las interceptaron cuando iban caminando tranquilamente por uno de los pasos informales y luego de ser retenidas a la fuerza, les exigieron 100.000 dólares para dejarlas libres y para obligarlas a pagar las amenazaban con matarlas.
Las personas, según se conoció, llegaron a Cúcuta procedentes de Chile el domingo, pero por la hora, decidieron quedarse en la capital de Norte de Santander para hacer unas compras y dos días después pasarían por la frontera por una trocha de La Parada para ir a reencontrarse con sus seres queridos.
Cómo los secuestraron
Cuando el reloj marcó que eran las 8:00 de la mañana, el martes 20 de diciembre, las cuatro víctimas y dos familiares más que los esperaban, se encontraron en La Parada, siendo abordados por cuatro ‘maleteros’ que les ofrecieron llevar el equipaje hasta suelo venezolano, por $50 mil.
Pero como estas personas no aceptaron el ofrecimiento, fueron rodeados por unos desconocidos y obligados a caminar por una calle de ese sector de Villa del Rosario hasta llegar a un punto, donde discutieron sobre el precio que les ofrecían los ‘maleteros’.
Dos de las personas, al percatarse que en realidad los iban a secuestrar, salieron a correr, llegando hasta el puente internacional y cruzando la frontera, mientras los delincuentes ingresaron a las cuatro víctimas a una bodega.
Las personas luego de cruzar hacia San Antonio del Táchira, en Venezuela, les avisaron a las autoridades de ese país que sus familiares acababan de ser retenidos ilegalmente en La Parada por unos 'maleteros' y otras personas que se identificaban como del Tren de Aragua.
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El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) de San Antonio del Táchira de inmediato le informó a la Policía Metropolitana de Cúcuta sobre la situación, iniciándose un operativo de rescate conjunto.
El rescate
Algunos familiares, que viven en Chile y Venezuela, comenzaron a recibir llamadas y mensajes por WhatsApp, donde les decían que el Tren de Aragua tenía a los tres hombres y a la mujer, que les entregaran el dinero.
Incluso, a las 4:00 de la tarde del martes, los delincuentes les enviaron un vídeo en el que las víctimas les pedían que aceptaran las condiciones de los secuestradores. Eso alertó aún más al Gaula en Cúcuta, para agilizar el rescate.
“Les decían que les iban a cortar los dedos y los iban a ‘picar’, todo para atemorizarlos y que en el vídeo se mostraran vulnerables. Los bandidos, al parecer, habían traído un silenciador con el que los amenazaban que les iban a disparar si no veían señales de ‘cooperación’ de sus familias”, comentó una fuente judicial.
A las 10:00 de la noche, 14 horas después del secuestro, varios uniformados llegaron hasta la bodega, que en la parte de afuera tenía un letrero de una agencia de viajes y un portón gris.
Los policías que ingresaron a la bodega, no notaron nada raro, pero escucharon que del baño salían algunos susurros. Al llegar hasta esa parte, vieron que ahí estaban los secuestrados y unos integrantes de la banda.
“Los secuestradores se escondieron en el baño también, por lo que en un principio no sabíamos quién era quién, los hicimos salir y miramos las fotos para identificar a la mujer y a los tres hombres retenidos”, comentó la fuente.
En el lugar también encontraron cuatro pistolas, una de ellas con silenciador y tres celulares que son analizados. Los capturados no tienen antecedentes en Colombia. Las autoridades están tras la pista de las otras personas que participaron en el secuestro.
Las víctimas fueron entregadas a las autoridades venezolanas, que se encargaron de llevarlos hasta donde sus familiares.
¿Los perfilaron?
El Gaula investiga si las víctimas, que componen dos familias, serían propietarias de una agencia de viajes en Chile desde 2020, estuvieron en la mira de los delincuentes desde hace meses o el secuestro se dio a raíz de la discusión que tuvieron con los ‘maleteros’.
Otra de las hipótesis que manejan las autoridades es que, posiblemente, los delincuentes al ver las maletas y las prendas de vestir de las víctimas, notaron que podrían tener dinero, por lo que se las ingeniaron para secuestrarlas.
“Es que las familias no habían recibido amenazas nunca como para creerse que esperaban que llegaran al Aeropuerto Internacional Camilo Daza para seguirlos y secuestrarlos cuando se les diera la oportunidad”, dijo la fuente.
Los capturados no fueron identificados por las autoridades porque, al cierre de esta edición, seguían en las audiencias concentradas para saber si los mandaban a prisión.
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