Habrían asesinado a los tres venezolanos en medio de una “limpieza social”.
Entre los recuerdos que le quedaron a la mamá de Karolay del Carmen Arenas Jaimes, asesinada en la noche del jueves, en Tibú, junto a dos hombres, fue la última llamada que le hizo la venezolana, para decirle que estaba embarazada y que todo marchaba bien.
“Ella se tomó una foto y me la envió por Whatsapp, y yo le dije que estaba linda”, relató la madre este viernes, mientras adelantaba los trámites para reclamar el cadáver de su hija.
Mamá e hija estuvieron separadas los últimos dos meses, cuando Arenas decidió partir de Santa Bárbara del Zulia (Venezuela), junto a su pareja, de quien solo se sabe que se llamaba Néstor, pues él también fue una de las víctima de la masacre registrada a las 7:20 de la noche, en el sector La Hamaca de Tibú.
El hecho ocurrió cuando la pareja y otro hombre estaban acostados debajo de una de las estructuras del puente que está ubicado cerca a la pista de aterrizaje del aeropuerto de Tibú, cuando cuatro hombres encapuchados llegaron y dispararon contra ellos, en más de 20 oportunidades.
Los homicidas dejaron una hoja de papel en la que decía que los asesinaron en medio de una “limpieza social”.
La Policía de Norte de Santander, ofreció una recompensa de hasta $10 millones por la información que conlleve a la captura de los responsables del hecho.