Una sobrina de Gilberto Augusto Torrado se acercó el martes a la morgue de Medicina Legal a reclamar el cadáver de su ser querido. La mujer lamentó que él no haya podido salir del consumo de las drogas.
Torrado fue asesinado a las 6:50 minutos de la mañana del domingo, en la parte alta del sector El Hueco del barrio San Miguel de Cúcuta.
“Él no se metía con nadie. Los mismos vecinos pueden dar fe de eso. Mi tío era una persona que se prestaba para cualquier mandado y la gente le daba lo que podían. Pero, nunca se vio en problemas o amenazas”, dijo.
La familiar reconoció que el único problema que tenía Augusto era su incontrolable adicción a las drogas.
“Hace 20 años la esposa decidió abandonarlo y ahí él se refugió en el trago y el vicio y no logró salir. Muchos familiares intentamos ayudarlo, pero volvía y recaía. Ese era su único problema”, recalcó ella.
Augusto, como era conocido, tenía 50 años y dejó dos hijas mayores de edad, quienes están radicadas en Bogotá.
El hombre vivía en un rancho casi destruido que cuidaba luego de que el verdadero dueño murió.
Según la sobrina, a las 8:00 de la mañana se enteró de que su familiar estaba herido y que debía ir a la Unidad Básica Loma de Bolívar, pero cuando iba en camino recibió la trágica noticia de la muerte.
El hombre recibió cinco impactos de bala y aunque intentó correr fue alcanzado por el pistolero.
Según se conoció, la víctima había llevado a otros hombres, al parecer venezolanos, a vivir en el mismo inmueble donde él estaba.
“Supimos que el lugar donde vivía era utilizado para consumir estupefacientes”, dijo una fuente judicial.
La familiar aseguró que su tío era una persona muy especial y recordó que hacía dos meses habló con él.
“Nunca imaginé que sería la última vez que nos encontráramos”, finalizó.
Seguidilla de ataques similares
Las últimas dos semanas en Cúcuta, han sido asesinados tres hombres por líos con el consumo de drogas.
El miércoles 13 de mayo, Yair Humberto Carrillo, de 26 años, consumidor de alucinógenos y habitante de calle fue baleado por dos sujetos que llegaron preguntando por el Torcido, como era conocido y cuando supieron que estaba en un lote baldío, del barrio Nuevo Horizonte de la ciudadela Juan Atalaya lo ultimaron.
Para la medianoche del jueves 22 de mayo, dos hombres asesinaron a Eduardo Andrés Rincón en su casa, ubicada en la avenida 18B con calle 25 del barrio Santander. Los sujetos tocaron la ventana de su habitación y una vez abrió lo atacaron a bala. En el hecho, tres personas más resultaron heridas. La víctima era consumidor de drogas.
Otro hecho similar ocurrió la medianoche del viernes 23, en el barrio Toledo Plata, con un habitante de calle. Los vecinos de la calle 17 con avenida 13 los despertó la detonación de varios tiros, cuando se asomaron vieron el cuerpo sin vida de un joven, al que no reconocieron.
A las 7:00 de la noche del domingo, cuatro sujetos que llegaron en dos motos desenfundaron armas de fuego y atacaron a varios hombres que estaban reunidos en una calle del conjunto Ciudad Rodeo de Cúcuta.
Aunque en este caso no hubo muertes que lamentar, tres personas fueron heridas.
La Policía aseguró que el lugar es frecuentado por consumidores de drogas.
