El cuerpo de Noé Salazar Lobo estaba descompuesto y con varios impactos de bala.
El presagio que tuvo la familia del transportador Noé Salazar Lobo de que algo malo le habría ocurrido tras su desaparición el pasado lunes, en Ocaña, resultó cierto. Su cadáver fue hallado por un campesino en el sector Brisas de la vereda El Tarrita (zona rural de Ábrego).
El cuerpo del mototaxista estaba descompuesto y con varios impactos de bala.
La familia de la víctima recordó que ese lunes, a la 1:00 de la tarde, Salazar tomó una carrera en el barrio Santa Clara.
La última vez que habló con su pareja fue minutos después de recoger este servicio y le dijo que no alcanzaría a llevarla a su lugar de trabajo. Desde ese momento, se perdió todo contacto.
“Era una persona muy trabajadora y humilde, no le debía nada a nadie. Al parecer lo asesinaron por robarle la moto, el celular y la poca platica que llevaba”, dijo Edén Salazar, su hermano.
Las autoridades adelantan las investigaciones para determinar los móviles y los autores del crimen.
“Me dicen que tenía la cara desfigurada, el cuerpo descompuesto y recibió impactos con arma de fuego”, reiteró el doliente.
Salazar era oriundo de San Pablo (Teorama) y debido a la violencia en la zona del Catatumbo se radicó en Ocaña. Dejó tres hijos y era reconocido por su labor como mototaxista.
