Las últimas publicaciones de Nelson David Pacheco Gutiérrez en su perfil de la red social Facebook fueron demostraciones de amor con su familia.
En una de ellas, celebró la aprobación de su hija en el grado de preescolar. En otra, registrada el pasado 20 de noviembre, un momento de esparcimiento con su pareja y su hija.
Ese martes, el venezolano, oriundo de Macuto (estado Vargas), respondió en uno de los comentarios a sus amigos que estaba viviendo en Cúcuta, cerca de la frontera con su país.
Y precisamente en la mencionada frontera, una semana después las autoridades hallaron el cadáver, al parecer, de quien sería el mismo hombre dentro del baúl de su carro, según consta en la tarjeta de propiedad del vehículo, aunque la víctima no llevaba documentos de identidad.
Uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta vieron el Chevrolet Aveo, de placa AA005BL, estacionado a un costado del Anillo Vial Oriental, cerca de la entrada de una trocha, lo que llamó su atención y de inmediato fueron a verificar.
En medio de la oscuridad, sobre las 9:45 de la noche, iniciaron la inspección al vehículo, encontrando el cadáver en el maletero.
Señales de tortura
Minutos después del descubrimiento, a la escena del crimen arribaron los miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) que se encargaron de la inspección y el posterior levantamiento del cadáver.
Los investigadores se percataron de que el cuerpo estaba mojado, por ello presumen que minutos previos al crimen, Pacheco fue pasado por el río que divide la zona de frontera en este sector de Boconó.
Este hombre tenía múltiples golpes en la cabeza, además de muestras de presión en el cuello, en una aparente asfixia y aún tenía pedazos de lazos en un pie y en una mano, lo que indicaría que fue amarrado por sus victimarios.
Por ahora, las autoridades avanzan en las indagaciones para esclarecer cómo ocurrieron los hechos y sobre los móviles de este nuevo asesinato.