Me disparó sin mediar ninguna palabra”, fue una de las últimas frases que dijo Edgar Iván Parra Méndez a los médicos que lo recibieron antes de fallecer. El hombre, de 37 años, fue víctima de un nuevo hecho de sangre perpetrado ayer, a las 11:30 de la mañana, en el barrio Loma de Bolívar.
La víctima, quien era dueña de un negocio de billares en el barrio Antonia Santos, conducía por la avenida 12 entre calles 6 y 7 cuando el pistolero, que se movilizaba en una motocicleta, lo alcanza y lo hirió de gravedad en la parte izquierda del cuello.
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Mientras el homicida emprendía la huida, el afectado rápidamente condujo hacia la U.B.A. Loma de Bolívar, que era el centro asistencial más cercano, y en esa condición de salud, llegó para que lo atendieran.
El hombre, pese a los intentos por parte del personal especializado para mantenerlo con vida, falleció minutos más tarde de ingresar, pues el disparo dio en un área crítica.
En el Volkswagen, rojo, de placa HCL 923, las autoridades luego de arribar al centro asistencial y adelantar las investigaciones en el vehículo, encontraron dos vainillas (calibre 7.65) producto del ataque.
Aunque los uniformados acordonaron el carro, varios transeúntes se acercaron con sus teléfonos a grabar y tomar fotos del vehículo ensangrentado.
Algunas unidades policiales se acercaron al lugar en donde la víctima aseguró que fue baleada, pero hasta el cierre de esta edición, todavía no hay un motivo claro del homicidio.
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