En el barrio Sevilla dejó un mal recuerdo el venezolano Víctor Julio Escobar Pabón, de 42 años, quien se salvó de morir al mediodía del pasado martes, luego de que dos pistoleros lo corretearan. En medio del sanguinario afán, los delincuentes mataron a una mujer inocente.

Se trata de la venezolana María José Sevilla Padilla, de 23 años y madre de dos niños menores de edad, quien fue impactada de un tiro en el pecho, quedando sus hijos huérfanos.

Todo ocurrió en el sector de la avenida 8 con calle 3 justo cuando varios niños hacían sus tareas en compañía de María José y una amiga.

La Opinión conoció que a Escobar Pabón, que salió herido en la espalda,  lo conocen por el alias de Patetoche y es señalado de ser el jíbaro de ese sector.

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“Este hecho se presenta cuando llegan unos sujetos de la organización delictiva de Valoyes persiguiendo a Patetoche”, dijo el coronel José Luis Palomino López, comandante de la Policía Metropolitana.

Entre tanto, se conoció que desde hacía un tiempo, la misma comunidad le había pedido a este hombre retirarse de su barrio.

“Los vecinos le pidieron que no vendiera en ese lugar y hasta supimos que unos bandidos de otras estructuras criminales de Cerro Norte también le exigieron  que se fuera, pero como hizo caso omiso, presumimos que llegaron a matarlo”, contó una fuente judicial.

Patetoche -agregó- llevaría desde este año expendiendo su droga.

“El año pasado se afectó la estructura  criminal Los Toledo y él quedó solo y se le hizo fácil seguir con su actividad delictiva en ese lugar”, aseguró la fuente.

Patetoche tiene dos anotaciones judiciales por tráfico y expendido de estupefacientes y una por hurto.

Piden ayuda

 María José Sevilla Padilla.

Los familiares y amigos de María José recogían ayer dinero para poder reunir lo que necesitan para los gastos fúnebres y el traslado del cuerpo hasta Tinaquillo (Venezuela) de donde es oriunda.

“Entre los vecinos estamos reuniendo y pidiéndole a la gente que pasa por la avenida principal para lograr reunir lo que se necesita que son unos 700 mil pesos, más los gastos que la familia necesita para llevársela”, dijo una allegada a María José.

María José había llegado de su natal pueblo a Cúcuta a trabajar como ama de casa en una familia, pero tras la cuarentena se quedó sin trabajo y estaba a la espera de encontrar uno nuevo.