“Lo que le hicieron a mi hermano fue muy feo. Él era un muchacho sencillo y muy apegado a la familia. No se merecía una muerte así”, dijo este lunes una familiar de Víctor Alfonso Cancino Escobar, de 29 años, quien fue hallado sin vida junto a una pareja en el río Táchira, en inmediaciones del barrio Nuevo Escobal.
Del hallazgo de los tres cuerpos se dieron cuenta los moradores de esa zona, la mañana del 31 de diciembre del 2019. Sin embargo, solo hasta la madrugada del 2 de enero del 2020 fue que una funeraria trasladó los cuerpos a territorio colombiano para que la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho), lograron hacer la inspección técnica a los cadáveres.
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El cuerpo de Víctor estaba dentro de un costal. A unos metros, casi juntos, estaban los cuerpos de una pareja, de la que se conoció extraoficialmente, correspondería a Magda Alcira Torres y Víctor Daniel Guerra.
No obstante, sus cuerpos siguen en Medicina Legal sin que los reclamen.
Era mecánico
Este lunes, la familia y amigos de Víctor le dieron el último adiós en el Cementerio Central de Cúcuta.
“Teníamos días que no hablábamos. El 31 de diciembre me enteré que estaba desaparecido. Supe que había ido a El Escobal en busca de una moto que le había quitado la Policía, al parecer, él llevaba los papeles para que se la devolvieran pero no se volvió a ver. Él trabajaba en un taller de motos de la Diagonal Santander como mecánico”, dijo la familiar.
Ese último día del año, la hermana inició la búsqueda por hospitales y también en los Centros de Atención Inmediata (CAI) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, porque su hermano, había pagado cárcel por tráfico y comercialización de heroína a domicilio.
Víctor fue señalado por las autoridades en 2016 de pertenecer a la banda ‘Los H’ y fue capturado en julio de ese año, junto a cinco hombres más.
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Lo encontró
Para el 2 de enero, la familiar de Víctor fue a la Estación de Policía Centro para saber si quizás estaba recluido en ese lugar, pero no le dieron noticias, sin embargo, le hicieron una recomendación que la llevó a encontrarlo.
“Me dijeron que descartara toda probabilidad y que fuera a Medicina Legal y así lo hice. Estando allá tuve que esperar mucho hasta que salió un funcionario y apenas le di las características de Víctor, me dijo que sí podría ser mi hermano”, contó la familiar.
Según el relato de la hermana, el cuerpo de su ser querido estaba sin piernas y lo identificó por los tatuajes que tenía en la espalda, uno de esos decía ‘Dios todo lo puede, lo fortalece’.
A Víctor, sus hermanos y amigos le llamaban ‘Pangua’.
“Le decíamos así porque lo que más le gustaba era comer pan con agua”, recordó la hermana.
Víctor, era el segundo hermano de tres y no dejó hijos.
