En extrañas circunstancias se registró la muerte de una niña de 11 años, en el barrio La Ermita.

Aunque todo parece indicar que la menor tomó la equivocada decisión de acabar con su vida, para su familia cabe otra versión.

“Yo tuve que salir de la casa y no me demoré más de 20 minutos, cuando regresé me enteré que mi hija estaba muriéndose en el Policlínico de la ciudadela de Atalaya”, dijo el papá, mientras ayer adelantaba los trámites para reclamar el cadáver.

Las autoridades arribaron al lugar del hecho, al conocer que la niña presuntamente se ahorcó con un cable.

¿Empleados?

El papá de la menor insiste en que algunos de los empleados que tiene en su taller de confección, que funciona en la misma vivienda, posiblemente acabó con la vida de su hija.

“Ella se quedó en la casa con cinco empleados, Por eso, entre esas personas debe estar el culpable”, presumió el papá angustiado.

No obstante, será el Instituto de Medicina Legal el encargado de esclarecer las causas de la muerte de la niña.

Miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) efectuaron las primeras pesquisas y el posterior levantamiento del cadáver, que fue entregado a sus deudos para darle sepultura.