En la historia clínica figura que la mujer sufrió problemas respiratorios y algunos paros cardíacos.
La única pista que tiene Gilene Isidro Rojas, quien vivió los últimos nueve años con Anunciación Grueso Riascos, de 65, es que el día anterior a que se complicara la salud de la anciana, ella le confesó que la había atropellado una motocicleta fantasma.
Grueso trabajaba todos los días en inmediaciones de la Central de Abastos. Aunque después del accidente llegó a su casa y hasta lavó ropa, al día siguiente su salud se complicó y ya no quiso levantarse de la cama.
“Yo la miré y no le vi ni sangre, ni morados, ni nada que me preocupara. Ella comió y luego se puso a lavar, vimos las noticias y se acostó esa noche, pero al otro día ya no se quería parar”, aseguró Isidro, mientras esperaba este sábado, en Medicina Legal que le entregaran el cadáver.
Al mediodía siguiente, Grueso fue trasladada a un centro médico.
En la historia clínica figura que la mujer sufrió problemas respiratorios y algunos paros cardíacos. Grueso murió la tarde del miércoles.
Sin embargo, ahora Isidro requiere de ayuda económica para enterrar el cadáver de la mujer oriunda del Valle del Cauca.
“Estoy pidiendo y la iglesia cristiana adonde ella asistía también”, dijo.