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La corrupción del Palacio de Justicia en Cúcuta

Descubren red ilícita en la rama judicial.

En el Palacio de Justicia ‘Francisco de Paula Santander’ de Cúcuta se está ‘cocinando’ algo que dejaría al descubierto una red de corrupción en la Rama Judicial. La denuncia que el juez Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, Rafael Meneses, instauró el domingo 10 de julio de 2016, impulsó a las autoridades a seguirle el rastro a presuntos actos de corrupción que se estarían dando dentro de esa casa de la justicia.

Así empezó todo. Ese domingo, el juez llamó a funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) para alertarlos sobre las intimidaciones y amenazas que su asistente estaba recibiendo, porque presuntamente había recibido un sobre con dinero para cometer un acto de corrupción.

El ente judicial conoció que la joven se reunió con un abogado que le hizo saber que supuestamente le habían mandado dinero para ayudar a un delincuente a recibir el beneficio de pagar su condena en la cárcel de Cúcuta y no en Girón (Santander). Asustada por los señalamientos infundados del abogado —pues nunca recibió tal sobre—, la asistente se comunicó con su jefe y le contó el episodio, a partir del cual empezó a recibir mensajes intimidatorios. El juez, al escucharla, emitió la alerta.

Tras formular la denuncia, la asistente siguió recibiendo mensajes de texto en su celular, en los que la culpaban de haber recibido dinero y la amenazaban con que la iban a investigar por prestarse para favorecer a un delincuente. Le advertían, además, que eso le costaría su puesto de trabajo.

Los funcionarios del CTI tramitaron de inmediato a la querella, para que un fiscal de alertas tempranas ordenara abrir las indagaciones. Para entonces, desde meses antes el ente investigador venía adelantando otro proceso anticorrupción, porque le habían informado de que algo raro estaba pasando en el Palacio de Justicia.

Hoy, después de 11 meses, la fiscalía tiene a dos funcionarios contra las cuerdas tras la situación denunciada por el Juez Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, que demostraría que es apenas la punta del iceberg de una posible red de corrupción que actúadesde algunos despachos del Palacio de Justicia.

La Opinión tuvo acceso al audio de la diligencia de imputación de cargos a dichos funcionarios, donde se revelan detalles de cómo un delincuente que está en la cárcel de máxima seguridad de Girón pretendía ser trasladado a la Penitenciaría de Cúcuta, burlándose de la justicia, y pagando por ello.
 

Las revelaciones

El pasado 10 de mayo, a las 2:22 de la tarde, en una sala de audiencias del Palacio de Justicia se dio trámite a la diligencia judicial contra Mónica Esperanza Ortega Cepeda y Juan Carlos Meza Osorio, por los delitos de concusión y abuso de autoridad por omisión de denuncia, respectivamente.

Estas dos personas son funcionarios judiciales desde hace varios años y, según se escuchó en la audiencia, que aún no ha llegado a su fin, se prestaron para beneficiar a Luis Humberto Bustamante Uscátegui, ‘el Enano’, condenado a pagar varios años de prisión por hurto calificado y agravado en concurso con tráfico y porte ilegal de armas.

Todo quedó al descubierto cuando el abogado Luis Carlos Valencia, defensor de Bustamante, se le acercó a la asistente del juez Meneses para recriminarla porque supuestamente le habían hecho llegar un dinero para ayudar a su cliente.

“La finalidad del dinero era sacar el proceso de ahí y pasarlo al Juzgado Cuarto o Quinto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad. Quien la abordó fue el abogado Luis Carlos Valencia”, aseguró el fiscal durante la audiencia de imputación de cargos.

En la conversación entre Valencia y la funcionaria se reveló que Mónica Ortega, quien labora en el Juzgado 4 Penal Municipal con Funciones de Conocimiento, recibió el dinero en un sobre para hacérselo llegar a la asistente, lo que redundaría en beneficio para la aspiración de su cliente de ser trasladado a la cárcel de Cúcuta. Pero la asistente no sabía nada de lo que le estaban diciendo, por eso decidió contarle a su jefe.
 
Las amenazas

El fiscal siguió contando que la asistente del juez Meneses recibía en su celular las amenazas a través de una línea 852. Le advertían que se quedara callada.

“Uno de los mensajes decía: “compañera, como consejo le digo que deje de hablar con abogados. A la doctora Oriana (juez de ejecucuón de penas) le contaron que usted había recibido regalitos de estos”. Otra nota indicaba que “también le han dicho que ha sido vista en el centro de servicios penal acusatorio y dijo que usted no tenía nada que hacer por allá, que le van a decir al doctor Meneses. Cuídese”.

El lunes 11 de julio de 2016, la asistente recibió otro mensaje donde le manifestaban que “la doctora Oriana la está vigilando porque usted le estaba haciendo favores a los abogados, está que le coloca una trampa, cuídese. A la doctora le contaron que usted se presta para enviar los procesos para los juzgados Cuarto o Quinto. Que cobra por esos favores a los respectivos abogados”.

Y para amedrantarla más, al Consejo Superior de la Judicatura enviaron una queja anónima contra ella, donde aseguraban que estaba recibiendo dinero para hacer dichos trámites, lo que llevó a preocupar mucho más a la funcionaria.

Las pesquisas

Con esa situación, la fiscalía inició la investigación buscando pruebas en la base de datos y entrevistando a funcionarios del Palacio de Justicia. Así y con videos de seguridad, lograron reconstruir los hechos que denunció el juez Meneses, llegando a la conclusión que esto también iba ligado con las pesquisas que venían adelantando desde hace varios meses.

“Efectivamente, a través de los videos se pudo establecer que sí hubo un contacto entre Mónica Ortega con el abogado Juan Carlos Valencia, e igualmente un contacto de este por teléfono con la asistente de Meneses. Se logró establecer por registros y búsqueda selectiva en la base de datos de llamadas entrantes y salientes, es decir, cuando la abordó”, sostuvo el fiscal.

El fiscal añadió que “igualmente se cuenta con elementos (videos y audios) donde se ve claramente que la señora Mónica Ortega hace la solicitud de un regalo para esa joven y posteriormente (el abogado) se lo entrega en un sobre de manila”. Ella le pide que “se encuentren en un lugar afuera del Palacio de Justicia para recibirlo”.

La fiscalía también tiene elementos donde se evidencia que la asistente de Meneses estaba en vacaciones para esa fecha; es decir, el sobre nunca llegó a sus manos. Eso llevó a que el abogado le hiciera algunas exigencias a Ortega. Además, la fiscalía tiene entrevistas de testigos que observaron el momento en que el abogado, de manera alterada, buscó a Ortega en varias ocasiones en la oficina.

La fiscalía tiene videos de 12 cámaras de seguridad del Palacio de Justicia, de un edificio y de una funeraria cercanos, donde se muestra el encuentro de Ortega con Valencia, para recibir el sobre de manila.
 
La línea de los mensajes

Las autoridades también lograron establecer de dónde provenían las amenazas que recibió la asistente de Meneses: las hicieron a través de internet, buscando no dejar registro de algún número telefónico.

“Específicamente se tiene que esos mensajes salieron del código 852, utilizando la red de internet de la vivienda de la madre de Ortega. Igualmente, se logró establecer que los mensajes que se recibieron en el Consejo Superior de la Judicatura también tienen dicha procedencia”, explicó el fiscal.
 
El otro responsable

La fiscalía dijo que descubrió que Juan Carlos Meza Osorio, quien trabaja en el Centro de Servicios, también se prestó para buscar el beneficio para ‘el Enano’.

“Esta persona (Bustamante) efectivamente recibió la sentencia acá en Cúcuta y posteriormente fue apelada, pasando al Tribunal Superior, donde toman una decisión y devuelven esa carpeta el 4 de febrero de 2016, para que se haga el reparto al respectivo juzgado que le corresponde. Es ahí donde aparece Juan Carlos Meza, quien es abordado por el mismo abogado Luis Carlos Valencia y le pide que retenga dicha carpeta y es así como la retiene dos meses y 22 días. Posteriormente, a ese archivo se le da el trámite correspondiente cinco días después de que confirman que esa persona ya está en  Cúcuta”, explicó el ente acusador.

Según el fiscal, el abogado le pidió que retuviera la carpeta porque estaba tratando de traer a Bustamante a la capital nortesantandereana. Cosa que se logró.

La fiscalía espera que en la próxima audiencia el juez determine encarcelar a Ortega y sancionar a Meza, quien, de ser hallado culpable, no iría a la cárcel, pero perdería su trabajo. En diligencia judicial del 10 de mayo, los dos imputados no se allanaron a cargos y ahora sus abogados tendrán que demostrar su inocencia.
 
La otra investigación

La Opinión conoció que la otra investigación que se adelanta desde hace un año ha revelado otras acciones donde funcionarios de la Rama Judicial se han prestado para cometer otras irregularidades. La fiscalía ya los tendría identificados y pronto serían procesados penalmente.

Pese a todo lo argumentado por la fiscalía, la procuraduría consideró ante el juez que no hay material probatorio que indique que Ortega sea un riesgo para enviarla a prisión, “porque las conversaciones no son contundentes. Cuando pide lo de los dulces y que se lo entregue en un sobre, no es claro, y además, no se acredita que es Mónica Esperanza Ortega. Faltó hacer un análisis de voces”, indicó el representante del ministerio público.

Los dos imputados fueron consultados por La Opinión, pero aseguraron que no querían hablar al respecto.

“El señor procurador que estuvo en la audiencia ya dijo todo y fue muy contundente su versión, por eso esperamos que la verdad salga a la luz pública”, fue lo único que indicó uno de los acusados.

Interceptaciones reveladoras

En la audiencia, la Fiscalía dejó escuchar los audios de unas llamadas interceptadas. El primero es una conversación que el abogado Luis Carlos Valencia sostuvo con Mónica Ortega. “En esta se hace referencia a dicha carpeta y al aparente contacto que ella tuvo con la asistente del juez Meneses y la exigencia de dinero que le está realizando. En el momento en que se da la comunicación, el doctor Luis Carlos Valencia se encuentra en Villa del Rosario y Mónica está en el Palacio de Justicia y posteriormente en la siguiente llamada, cuando él le dice que ya se encuentra aquí, la antena marca que estaba afuera del Palacio de Justicia”, se escuchó en la diligencia.
 
Luis Carlos Valencia (L.C.V.): Hola doc, es que no te he entendido algo (sic).

Mónica Ortega (M.O.): Qué. Ella me dijo que le colocara eso en un sobre y que lo que le iba a regalar.… Yo no le dije cuánto. Le dije ahí le van a dar para los dulces y dijo: “ay, qué bueno”.

L.C.V.: Ah bueno, es que yo pensé que era solo el nombre, porque si ella también necesita lo otro, entonces de una vez hagámoslo hoy.

M.O.: Qué, todo no…

L.C.V.: Lo del regalo…

M.O.: No, ella me dijo que le regalara para llevar para Pamplona alguito, yo le dije no, yo no le he dicho nada, entonces ella no me dijo ni precio ni nada, entonces ella me dijo: ah listo, yo le hago eso…

L.C.V.: Vos que opinás, sería bueno llevarte eso ahorita para que ella esté más tranquila y tenga eso.

M.O.: Sí, yo le doy el sobre. Métame eso en un sobre, no. ¿Usted dónde está?

L.C.V.: No, estoy acá en Villa del Rosario, pero entonces ya bajo, es que iba a ir a lo técnico mecánico del carro, pero mejor hago eso mañana…

M.O.: Listo, entonces usted me llama y yo salgo.

L.C.V.: No, yo arrimo hasta allá, tranquila.

M.O.: No, yo salgo porque usted sabe que la gente como es…

L.C.V.: Bueno yo te timbro y nos vemos ahí donde ‘el Negro’.

M.O.: Sí, donde ‘el Negro’.

L.C.V.: Bueno ya te timbro.

M.O.: Listo, okey, chao.
 
Otra llamada entre Ortega y Valencia:

M.O.: Sí, aló.

L.C.V.: Hola doc, ya estoy acá.

M.O.: Ya bajo, ya bajo.

L.C.V.: Gracias.
 
En otra conversación donde Valencia habla con Juan Carlos Meza (J.C.M.) se dijo:

L.C.V.: Aló, hola Juan Carlos, vení y te doy el nombre: Luis Humberto Bustamante Uscátegui.

J.C.M.: Ah, listo.

L.C.V.: Pilas con eso por allá porque ya estoy haciendo el trámite para traerlo otra vez para acá y creo que por ahí en unos 15 días ya está aquí el hombre.

J.C.M.: Ah, no listo, cuando usted me diga.

L.C.V.: Listo mi viejito, te agradezco mucho.

J.C.M.: Sí señor, eso era lo que necesitaba solamente.

L.C.V.: Bueno, chao.

“En esta conversación entre el señor Valencia y Juan Carlos Meza es donde se hace referencia específicamente del nombre de la persona o carpeta que hay que retener. Con ese fin se hicieron las inspecciones judiciales a los diferentes juzgados y se descubrió que hablaban de Luis Humberto Bustamante Uscátegui”, puntualizó el fiscal.
 

No pudo burlar la justicia

Luis Humberto Bustamante Uscátegui es un reconocido delincuente en Cúcuta que ha sido capturado por la Policía varias veces. La última detención se dio en marzo de 2015, cuando lo atraparon, señalado de haber participado en el atraco a una mujer que acababa de salir de un banco con una fuerte suma de dinero.

El Juzgado Sexto Penal del Circuito de Cúcuta con Funciones de Conocimiento lo condenó en febrero de 2016 y el Inpec lo trasladó a la prisión de máxima seguridad de Girón, lo que a él no le gustó. Por eso buscó a los dos funcionarios que hoy están compareciendo en los estrados judiciales, para que le ayudaran a pagar esos años de cárcel en Cúcuta. Pese a todo, la Fiscalía evitó que el prisionero se saliera con la suya y logró que este fuera devuelto a la penitenciaría de Santander.

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Sábado, 17 de Junio de 2017
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