Solo quince días alcanzó a disfrutar Luis Niño Luna de la libertad, pues rápidamente, las autoridades en Bucaramanga continuaron con las investigaciones que tenían desde el año pasado y así pudieron procesarlo nuevamente por concierto para delinquir, porte ilegal de armas y hurto calificado y agravado.
Al igual que Niño, también fueron capturados en la Ciudad Bonita, Edinson Martínez, Juan Carlos Caballero, alias ‘Juanchito’, quienes cumplían el rol de arrastradores, encargados de transportar a los parrilleros después de cometer los hurtos.
Sandra Maritza Cárdenas Sánchez, quien cumplía el rol de marcador, que consiste en perfilar a las víctimas que retiraban el dinero de los bancos y así alertaban a los demás integrantes de la banda para que cometieran el hecho, también fue detenida.
La jefa de la banda
Justamente en Cúcuta fue capturada Lina María Gallego Sanjuán, quien según las autoridades lideraba la organización, junto con Edwin Ayazo.
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La mujer fue interceptada por uniformados de la Sijín y de la Fiscalía, cuando se movilizaba en un vehículo y llegaba al conjunto residencial donde vive.
‘La Mona’, como es conocida Gallego Sanjuán, trabajó durante tres meses como contratista de la Alcaldía de Cúcuta, en el Banco del Progreso, por lo que es reconocida en las entidades gubernamentales.
Allí, la capturada se dedicó a desarrollar capacitaciones para promover la articulación y el fomento empresarial, así como las alianzas del sector productivo de la ciudad.
Lina Gallego también trabajó en la Secretaría de Hacienda del departamento como profesional de apoyo administrativo.
Además de estas capturas, también le imputaron cargos a tres personas que ya estaban detenidas, mientras que Ómar Romero Rodríguez, Johanna Mildree Rincón, Isley Ramírez y Diego Sneider Sánchez, tienen circular azul de Interpol, por lo que están siendo buscados en 53 países.
El prontuario
Con este reciente golpe, las autoridades esclarecieron al menos ocho fleteos ocurridos en Bucaramanga y Cúcuta, en los que esta banda obtuvo 147 millones de pesos.
La Policía recopiló 433 horas de interceptaciones de llamadas, 352 de videos, 12 cotejos morfológicos, 10 entrevistas y ocho análisis de rutas de escape.
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