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Judicial
La tragedia que sacude a familia de minero
Aunque han llamado a los organismos del Estado y las autoridades locales, no han encontrado ninguna otra solución.
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Domingo, 9 de Febrero de 2020

‘Sin cadáver no hay luto’ esa parece ser la realidad que desde el pasado 30 de enero no deja en paz a la familia del minero José Javier Hernández Gelvez, cuyo cuerpo permanece en una mina de carbón que fue sellada. 

Pese a los insistentes llamados  de sus hermanos ante los organismos del Estado y las autoridades locales, no han encontrado ninguna otra solución que dejar el cuerpo allí abandonado, desvaneciendo cualquier ilusión de que pueda estar vivo. 

Dicha mina llamada La Fama Dos, está ubicada en la vereda Chinávega, en jurisdicción del municipio de Cácota, pero de más fácil acceso por el sector de La Caldera (Mutiscua), tomando la vía nacional a Bucaramanga y a una distancia de 27 kilómetros desde Pamplona.

“Qué más quisiéramos que tener  cuerpo de él. Hemos bregado mucho y nada que nos dan solución. Necesitamos justicia y que se llegue a la verdad, ya ha pasado varios casos así en las minas del departamento”, señaló uno de sus hermanos, a quien tampoco le informaron si habrá un acta de defunción ni mucho menos una indemnización.

“Hemos pedido ayuda en todas partes, en la Fiscalía, la Policía, las alcaldías de Pamplona y Cácota, la Contraloría y nada. El dueño de la mina se desapareció”, reclamó otro hermano. Campesinos de la vereda, contaron que la mina tenía al menos 15 años de abierta, pero solo en los últimos dos años llegaron equipos e infraestructura para ser explotada con rigor. Se presume que no cumplía con los requisitos de ley para operar. 

A pesar de los insistentes llamados de La Opinión a la Agencia Nacional de Minería ANM, grupo de Seguridad y Salvamento Minero, hasta el sábado no había una explicación oficial del porqué el 2 de febrero detuvieron la búsqueda y dejaron al minero adentro de la mina, sin la certeza de que estuviera vivo o muerto. 

“Ese domingo, un ingeniero nos mostró un plano, donde se reflejaba lo que habían hecho de trabajo en la mina y el porqué no había posibilidades de rescatarlo. Entendimos que si seguían penetrando ocurriría un efecto dominó y todo se vendría abajo”, señaló otro de sus hermanos, cuyo documento no conserva. La situación de esta familia, ha llevado a que tres de sus hermanos insistan en buscarlo y arriesgando sus vidas ingresan a la mina llamándolo con insistencia. Pero, solo hay silencio en los socavones.

“Él se llamaba José Javier, pero todos le decíamos Fabio. Nosotros necesitamos recuperar el cuerpo, porque la familia no acepta que esté muerto”, dijeron.

Al respecto, solo Carlos Flórez, alcalde de Cácota, se ha pronunciado sobre el hecho. 

“Estuvimos con Policía Nacional, Gestión de Riesgos y un grupo de la Agencia Nacional Minera, desde el jueves hasta el domingo. Hicimos todos los esfuerzos posibles, pero definitivamente no se pudo rescatar el cuerpo y se decidió sellar la mina”, aseguró el mandatario.

Según Flórez, insistir en la búsqueda era arriesgar a que ocurriera otra tragedia.

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