Los uniformados recuperaron su libertad después de tres días de secuestro.
Ayer en horas de la noche, los cultivadores de coca que tenían retenidos a 130 militares y policías en la base militar de Caño Indio, zona rural de Tibú, llegaron a un consenso por medio de la Defensoría del Pueblo y los liberaron.
Después de tres días retenidos en esta base, a los uniformados les cortaron la luz y el agua, y por medio de una asonada los obligaron a no salir de las instalaciones militares.
Los cultivadores de coca habían hecho esto en forma de protesta por la erradicación de cultivos ilícitos que los militares adelantaban en el sector.