Se infiltraban como trabajadores de las víctimas para extorsionarlas e intimidarlas bajo amenazas de muerte.
Mientras algunos miembros de la banda de extorsionistas Los Residentes pagaban condenas en la cárcel por diferentes delitos, empezaron a orquestar la que sería una nueva y temible red de extorsión para delinquir en Sardinata, Chinácota y El Zulia.
Cuando estas personas retornaron a la libertad, inició la trayectoria delictiva de los cuatro hombres que finalmente fueron capturados por las autoridades.
Se trata de Eulises Méndez Floraz, el Diablo, cabecilla; Luis Francisco Ríos Fortiches, el Negro; Agustín Escalante Escalante, el Mayordomo, y Jesús Alberto Gélvez Vega.
Las autoridades conocieron que esta banda extorsionó a por lo menos diez víctimas, dueños de fincas en los diferentes municipios.
Los Residentes se hacían pasar como disidentes de las Farc para intimidar a sus víctimas. Exigían entre $10 y $40 millones.
“Estas personas se infiltraban como trabajadores de las víctimas para extorsionarlas e intimidarlas bajo amenazas de muerte en caso de que no pagaran el dinero”, indicó uno de los investigadores.
La acción se cumplió con la unión de esfuerzos de la Unidad de Investigación Criminal de la Dirección de Tránsito de la Policía Metropolitana de Cúcuta, el Grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula) del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y de la Trigésima Brigada del Ejército.
