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Mañana de estudio infantil terminó en medio del fuego

La Policía está detrás de los responsables de este crimen.

“¿Por qué esos hombres tenían que correr hacia donde estaban los niños y las mujeres? Nos han causado una desgracia”, lloraba y gritaba desconsolada una familiar de María José Sevilla Padilla, quien murió de un disparo en el pecho, ayer al mediodía, en el barrio Sevilla.

“¿Por qué tienen que pagar inocentes por pecadores?”, recalcaba, mientras las lágrimas   de quienes la rodeaban no daban espera en aflorar.

Todo ocurrió cuando el reloj marcaba exactamente las 12:00 del mediodía. En dos mesas, una roja y la otra blanca, estaban sentados en sus sillas cinco niños junto a María José y otra allegada, quienes asesoraban con las tareas a los más pequeños. Todos aprovechaban  el servicio de internet que les comparten en una casa de la calle 4 con avenida 8.

Según se conoció, las mujeres se dieron cuenta de la llegada de dos sujetos armados en una moto Kawasaki KLR, negra con verde, pero no hubo oportunidad para esconderse.

Los dos pistoleros se metieron hacia un callejón (a unos 50 metros de las mesas) y enseguida empezaron a disparar. De repente, dos hombres que son del sector, salieron corriendo del callejón huyendo de las balas. Los perseguidos no vieron otro camino que pasar justo por donde estaban los niños, mientras que los motorizados en su afán frenético por alcanzarlos no pararon de disparar.

“Yo le decía: ‘María, no mire para atrás’. Y corrimos hacia la casa. Ella iba adelante”, contó la allegada.

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Una vez adentro de la vivienda, María José se puso pálida y le dio la espalda a su amiga. Enseguida, sobrevino la inesperada tragedia al darse cuenta de que estaba herida.

“Ella me miró y me dijo que no la dejara morir que sus hijos la necesitan. Cuando la volteo por la parte izquierda del pecho le salía mucha sangre”, detalló la mujer sobreviviente.

En medio de los tiros también resultó herido el venezolano Vítor Julio Escobar Pabón, de 42 años, a quien presuntamente pretendía matar.

“Por ese muchacho es que llegaron a disparar. A él le dicen Patetoche y por él hoy vivimos esta pérdida. Miro a mis hijos y pudieron ser ellos las víctimas”, dijo otra afanada mujer.

Cuando los pistoleros huyeron del lugar, los familiares subieron  en un taxi a María José y la llevaron rumbo al Hospital Erasmo Meoz, pero llegó sin signos vitales.

La Opinión conoció que en el callejón funciona una olla de expendido de alucinógenos y todo habría ocurrido por el control del microtráfico.

La Policía está detrás de los responsables de este crimen.

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Martes, 16 de Junio de 2020
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