A las 4:00 de la tarde del pasado domingo, Yonathan David Picón Esparza caminaba por la calle principal del corregimiento de Juan Frío, a la altura del sector Pueblo Nuevo, cuando de repente dos hombres lo sorprendieron y atacaron a tiros.
Picón alcanzó a correr unos metros de sus asesinos, pero finalmente cayó sobre la carretera. Su cuerpo quedó bocarriba, con varios impactos de bala en la cabeza y el dorso. La gorra negra que tenía puesta quedó junto a él.
En medio de los disparos, también resultó herido otro hombre que fue identificado como Cristian Andrés López Pérez, quien es ayudante de construcción y residía en La Esperanza, también en Villa del Rosario.
Se conoció que cuando los asesinos verificaron que su objetivo había caído sin signos vitales huyeron en una camioneta gris, hacia el sector La Escalera que lleva a una trocha que comunica con Venezuela.
Los curiosos de inmediato dieron aviso a unidades de la Policía Metropolitana, que llegaron a acordonar la zona.
Yonathan David portaba en un tobillo un brazalete electrónico del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), tras gozar de casa por cárcel por el pago de una condena.
“A él le decían Morocho o Sacha. Fue capturado en 2013 por fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones”, dijo una fuente judicial cercana a la investigación.
Indagaciones
Picón -dijo el funcionario- estaba en el radar de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) tras una investigación que adelantan por el tráfico de estupefacientes en esa zona, precisamente hacía unas semanas le había hecho un allanamiento por ese delito.
“Este hombre era un reconocido expendedor en Villa del Rosario. Su zona de accionar era en Juan Frío y muy posiblemente los móviles de su muerte obedecen a ajustes de cuentas”, añadió la fuente.
Picón tenía varias direcciones donde residía entre Villa del Rosario y Cúcuta. Miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios adelantaron el levantamiento del cadáver.
