Una llamada, que sirvió como factor de distracción para la Policía, fue aprovechada por el homicida de Nohora Cristina Hernández, de 41 años, quien desde hace un mes era la presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Cerro Norte.
Antes de las 5:45 de la tarde del lunes festivo, la Policía recibió una alerta sobre una presunta riña algunas cuadras más abajo de la casa de Hernández, por lo que los uniformados se dirigieron a atender la emergencia.
En medio del desplazamiento de los uniformados, Anderson Fabricio Valderrama, de 24 años, conocido como ‘El Chato’, y quien según el comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), coronel William Donato, sería el responsable del homicidio, entró hasta la casa y mató de al menos cuatro disparos a la líder comunal, dejando herido en el ataque a su compañero sentimental, el exedil Freddy Orlando Espinel.
La mujer recibió los balazos en la cara mientras salía del baño, ubicado en el patio de la vivienda; Hernández murió de manera instantánea.
Según se conoció, ‘El Chato’ disparó delante de una de las cinco hijas de la víctima, una niña de 8 años.
“Ella (Hernández) se tapaba la cara con las manos como tratando de impedir que le dispararan”, dijo una familiar de la presidenta de la Junta de Acción Comunal.
En medio del ataque, Espinel trató de defender a su compañera, por lo que el pistolero también le disparó en dos oportunidades en el abdomen.
Como pudo, salió de la casa herido y pidió ayuda para que lo trasladaran al hospital Erasmo Meoz, donde se recupera.
El coronel Donato aseguró que Nohora Hernández, entre el 2009 y el 2013, había interpuesto denuncias por los delitos de calumnia, daño en bien ajeno, violación a domicilio y lesiones personales; sin embargo, no existía ninguna denuncia por amenazas.
El oficial aseguró que el crimen no está relacionado con las funciones que la víctima adelantaba como líder comunal.
La Policía ofreció una recompensa de 10 millones de pesos por la información que conlleve a la captura de ‘El Chato’, quien también habría asesinado en abril al policía Jaime Hernando Pineda Caicedo, de 33 años, y a su sobrino César Eduardo Ramírez Flórez, en un billar del sector de Natilán, en Atalaya.
Los parientes de la víctima manifestaron que la posición de Nohora contra la delincuencia y la denuncia hecha por un reciente robo en el colegio del barrio, podrían haber generado el homicidio.
La Opinión
