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Muerte de militares, ¿exceso de confianza o factor sorpresa?
Un soldado que estaba a 15 metros finalmente se salvó de morir.
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Jueves, 3 de Septiembre de 2020

El exceso de confianza o el factor sorpresa habrían sido las causas  que desencadenaron en el fatal desenlace del suboficial y los tres soldados profesionales del Ejército, en hechos ocurridos en la vereda La Pradera de Sardinata, donde fueron asesinados por miembros de la disidencia de las extintas Farc.

Según se conoció, el cabo Helmer Mauricio Ortiz Flórez, junto a los soldados Óscar Eduardo Mendoza Ávila, Vicente Antonio Medrano Mejía y William Felipe Melchor Galindo fueron atacados con tiros de pistola, desde muy cerca, por hombres vestidos de civil, con quienes habrían conversado el día anterior al hecho.

Los uniformados estuvieron el domingo adelantando labores de seguridad para permitir el abastecimiento de víveres en esa zona, por lo que llegaron a una casa rodeada por una larga plantación de hoja de coca y conversaron con los habitantes. Entre ellos, estaban dos venezolanos, una mujer, otro hombre nortesantandereano y uno oriundo del Caquetá, a quienes les recibieron comida y estuvieron durante todo el día.

Como el abastecimiento no se logró, los militares, al mando de un capitán, volvieron a desplegar el dispositivo de seguridad y nuevamente, el suboficial y los tres soldados, que contaban con una ametralladora, llegaron el lunes al mismo sitio.

Por la confianza que habían entablado, los militares se acomodaron y solo un equipo de seguridad se quedó a 300 metros.

El cabo y los tres soldados profesionales estaban juntos, mientras que a 15 metros permaneció el otro soldado que finalmente se salvó de morir.

De repente, hombres vestidos de civil se fueron acercando a los uniformados y en medio de un aparente gesto de camaradería, cometieron el ataque sin darles oportunidad de reaccionar.

Los cuatro militares murieron de manera inmediata, con disparos en la cabeza, mientras que el único uniformado que alcanzó a correr, fue impactado en el abdomen y la pierna izquierda y se escondió entre la maraña.

Como el suboficial era el único que podía informar de alguna novedad a través de su radio a los demás militares, que rodearon la zona, no tuvieron conocimiento del hecho de manera oportuna para adelantar una reacción, sino una hora y media después, cuando otro grupo se fue acercando al lugar, tras oír los disparos, hasta encontrar muertos a los militares.

Los demás soldados emprendieron la búsqueda del uniformado herido, que finalmente fue hallado escondido luchando por su vida.

Los pilotos del Ejército maniobraron para inicialmente evacuar al herido y trasladarlo de inmediato a una clínica en Cúcuta, donde fue atendido y se recupera.

La ametralladora y los cuatro fusiles de los soldados fueron robados.

Asimismo, el Ejército reconoció a uno de los autores del hecho entre el organigrama que tienen los miembros de inteligencia como integrante de la red de apoyo de la disidencia de las extintas Farc.

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