Los venezolanos Víctor Alfonso Castellanos y Jhonathan Valecillo Colmenares. Además de los hermanos Jesús y Junior Monsalve Varela se salvaron de morir tras una balacera que ocurrió la tarde del pasado domingo, en el barrio La Victoria. Sin embargo, Franklin Antonio Arellana, otro ciudadano del vecino país, no contó con la misma suerte.

“De los cuatro venezolanos, tres estaban consumiendo y Arellana era el expendedor de droga. Luego, llega un quinto sujeto a comprar su dosis. Luego aparecen dos hombres más, cada uno en una moto, y se estacionan. Cuando se acercan, sacan sus armas y les disparan a todos”, contó una fuente judicial cercana al caso.

Los disparos hicieron que los amigos salieran corriendo a la vía de ese barrio que limita con Los Alpes.

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Varios cayeron al suelo y dos dejaron sus gorras tiradas.

Según se conoció, los dos pistoleros huyeron del lugar y el recién visitante también alcanzó a correr sin salir herido.

Mientras tanto, algunas personas  intentaron auxiliarlos, pero al llegar la Policía Metropolitana de Cúcuta los trasladó en una patrulla al Policlínico de la ciudadela Juan Atalaya.

“Lo que querían era darles un susto porque les dispararon a las piernas. Lo que sucedió con la víctima es que una de las dos balas que lo alcanzaron en las piernas le afectó la vena femoral. Esta es una lesión poco común y aunque logró ser evacuado, esa herida es muy grave y finalmente le provocó la muerte”, añadió la fuente.

La Opinión conoció que tres venezolanos tenían anotaciones judiciales.

Arellana, desde octubre de 2019, estaba indiciado por tráfico de estupefacientes; Castellanos le abrieron el mismo proceso desde junio del año pasado. Por último, a Jesús Monsalve Varela, lo investigaban por un homicidio ocurrido el 19 de noviembre.

Por ahora, las autoridades avanzan en conocer las identidades de los atacantes.