Entre los laberintos y las empinadas cuestas en la parte alta del barrio San Mateo, desde hacía unas cuatro semanas, era común oír los gritos y las peticiones de auxilio de Leidy Rubio Jaimes, una mujer, de 22 años, que ayer fue hallada muerta en la casa donde vivía con dos hermanos y una cuñada.

Entre los habitantes de este popular sector, no era un secreto que uno de los hermanos la ataba de pies y manos para evitar las reacciones violentas que a veces mostraba.

“Siempre la oíamos pidiendo auxilio y maldiciendo al hermano que la amarraba. Pero, esta semana eran más bajitos los gritos, como con debilidad”, dijo un vecino.

El habitante de este sector aseguró que desde el domingo empezaron a escuchar las súplicas de la mujer para que la soltaran, pero como ya parecía costumbre, nadie le prestó atención.

La escena donde los uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta hallaron el cadáver estaba rodeada por dos sillas plásticas, una pequeña colchoneta y una sábana, sobre el patio de la vivienda.

¿Qué pasó?

Cuando el Comando de Automático de Despacho (CAD) de la Policía recibió una llamada alertando de que algo pasaba en la vivienda de Jaimes, de inmediato una patrulla arribó al lugar y la encontró muerta.

Jaimes tenía presionadas las muñecas y los tobillos, señales de las ataduras por las que constantemente ella pedía auxilio.

Cuando los policías observaron a la mujer que además tenía morados y laceraciones de evidentes golpes, de inmediato capturaron al hermano de la mujer y lo trasladaron a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, pero el ente investigador no aceptó los argumentos de la Policía para detenerlo y lo dejó en libertad.

Extraoficialmente, se conoció que el familiar de Jaimes aseguró que él la inmovilizaba con el fin de evitar que se lesionara, ya que en medio de ataques psiquiátricos, presuntamente se agredía.

Sin embargo, las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer las causas de la muerte de la joven.

Llegan tarde

Asimismo, se conoció que, en la mañana del miércoles, funcionarios de la Alcaldía visitaron la casa de Jaimes con el fin de trasladarla a un lugar adecuado para su tratamiento, pero no fue posible.

“En ese caso, hay algo que no cuadra. Ella no merecía ser tratada de esa manera”, dijo una vecina del lugar que, además, aseguró que Jaimes llevaba menos de un mes viviendo en esa casa.

Por ahora, Medicina Legal tendrá la última palabra para esclarecer la causa de la muerte. La Policía indaga además sobre el paradero de los padres de Leidy.