Familiares y amigos del venezolano Keiver Eduardo Malaver Briceño, quien fue asesinado a puñaladas la mañana del sábado, en la avenida 5 entre calles 4 y 5 del barrio Latino, aseguraron que su ser querido no era ni delincuente ni habitante de calle. Por el contrario, un hombre trabajador.
Los parientes confesaron que el único problema que tenía Malaver era su consumo de drogas. Sin embargo, no justifican que por esto hayan acabado con su vida.
“Keiver trabajó conmigo cuidando carros alrededor de la Universidad Francisco de Paula Santander. No era ladrón ni mala persona”, dijo uno de los amigos que vivió con la víctima.
Según se conoció, Malaver vivió en Cúcuta durante los últimos tres años, de los cuales, dos convivió en el barrio Pizarro, con su amigo.
Keiner, oriundo de Caracas (Venezuela), inició una relación sentimental y decidió irse de la casa donde vivía con su amigo, al barrio Carora.
“Yo iba a visitarlo de vez en cuando, porque no me gusta estar por esos sitios donde poco conozco y donde realmente se ve el ‘diablo’”, dijo el conocido de Malaver.
El homicidio
El crimen de Malaver quedó grabado en algunas cámaras de seguridad en la escena del hecho, donde se aprecia a un grupo de personas corriendo cuando se percata del ataque contra la víctima.
Después de algunos segundos, se observa a Malaver tratando de esquivar y de esconderse del agresor, pero este lo sujeta de nuevo por la camisa y lo apuñala, dejándolo herido.
Aunque la víctima corrió algunos metros, finalmente cayó al piso gravemente afectado, siendo trasladado al Hospital Erasmo Meoz donde murió.
Aunque se conoció que el presunto agresor fue capturado en la reacción policial, no se entregaron detalles del procedimiento y extraoficialmente se supo que el detenido fue dejado en libertad.
Los comerciantes y habitantes de ese sector manifestaron en ese momento, que los constantes atracos y las riñas que ocurren alrededor de este popular sitio, son protagonizadas entre consumidores y expendedores de drogas.
