A través de válvulas ilegales, los grupos criminales roban crudo para procesar cocaína.
La estructura petrolera en Norte de Santander sigue siendo uno de los blancos preferidos por los grupos armados ilegales para robar el petróleo y convertirlo en ‘pategrillo’, insumo para procesar cocaína.
Ecopetrol informó que en octubre se robaron al menos 62 mil barriles del oleoducto Caño Limón-Coveñas; mientras que en el Campo Tibú, la pérdida fue de 7 mil 900 barriles, es decir, al menos 255 diarios.
Las organizaciones ilegales hurtan el hidrocarburo a través de la instalación de válvulas improvisadas. Este año las autoridades han detectado 481 de estas llaves.
En lo corrido de este año se han registrado 42 atentados a los oleoductos (38 a Caño Limón Coveñas y 4 al Trasandino). De estos, seis han sido en lo corrido de noviembre. Estos ataques afectan a Norte de Santander, Arauca y Nariño, generando graves daños ambientales.