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No dejarse corromper, principal móvil del homicidio de guardia

Ocho de los 15 balazos que se escucharon lo impactaron en diferentes partes del cuerpo.

Por ahora, los móviles del homicidio de Hernán Melo Ayala, jefe de la policía judicial del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) de la cárcel de Cúcuta, apuntan a su labor dentro del penal.

Melo, con rango de distinguido en el Inpec,  era el encargado de investigar las irregularidades y los delitos que se cometían dentro de la misma prisión tanto por internos como de guardias o visitantes.

La víctima presuntamente descubrió algo peligroso y delictivo que se movía en la penitenciaría  y no se habría prestado para actos de corrupción. Pero, serán las autoridades las encargadas de esclarecer dicha versión puesto que  aún no había una denuncia formal.

El asesinato de Melo, de 40 años, provocó revuelo en la Policía y la Fiscalía, donde era muy conocido por su arduo trabajo investigativo dentro de la cárcel. Según un pariente, el distinguido  estaba amenazado.

 “Quienes lo conocimos, sabíamos que él no se prestaba para ningún ‘torcido’ y eso fue lo que motivó su muerte, pues jamás supimos de problemas de otra índole”, dijo una persona allegada a la víctima.

El crimen

En los recuerdos de los familiares de Melo Ayala, acribillado a balazos en la tarde del pasado martes, quedará la imagen de una de sus hijas, de 8 años, pegada a la reja de su casa pidiendo que auxiliaran a su papá.

“Ella le lanzó (a Melo) las llaves para que abriera la puerta, porque él la iba a llevar a la primera clase de patinaje, cuando después se escucharon los disparos”, comentó uno de los parientes.

Melo cayó al piso sin vida frente a su casa en  la avenida 0 entre calles 13 y 14 del barrio Motilones de la ciudadela Juan Atalaya. Según se conoció, ocho de los 15 balazos que se escucharon lo impactaron en diferentes partes del cuerpo.

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Lo siguieron

A las 5:40 de la tarde, cuando Melo llegó a su casa, dos hombres que se movilizaban en un taxi se bajaron y de inmediato lo atacaron.

Los parientes de la víctima  algunos miembros de la Policía Metropolitana de Cúcuta presumen que a su ser querido lo venían siguiendo y concretaron el homicidio sin ningún contratiempo.

“Él siempre salía a las 5:00 de la tarde de trabajar en el Inpec y luego llegaba a la casa y se iba a atender la escuela de fútbol que tenía ahí en el barrio”, dijo un familiar.
La víctima era oriunda de Gramalote (Norte de Santander).

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Jueves, 25 de Octubre de 2018
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