Siguen las voces de rechazo a la violencia que se vive en la región del Catatumbo y, en especial, al atentado contra una comisión judicial ocurrido la tarde del martes en la vereda Serpentino de Tibú, a 12 kilómetros del casco urbano. El hecho dejó dos muertos, uno de ellos el abogado Shakip Gene Beltrán, secretario del Juzgado Promiscuo de ese municipio.
Para José María Gamboa, presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores del Sistema Judicial Colombiano (Asonal), la situación de conflicto que existe en Norte de Santander es una “barbarie”, la cual ha tocado fondo.
Gamboa pidió a la Fiscalía General de la Nación adelantar la investigación adecuada y exigió que se encuentren a los culpables.
Entre tanto, el cuerpo de Shakip Gene Beltrán fue llevado este jueves al Palacio de Justicia de Cúcuta, en donde se le rindió un homenaje. En horas de la tarde fue programada la misa de exequias en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, para luego trasladar sus restos mortales a Jardines de Los Olivos, para su cremación.
La comisión del Juzgado Promiscuo Municipal de Tibú se desplazaba desde el kilómetro 15 de la vía Tibú-La Gabarra, escoltado por al menos 25 uniformados del Ejército y la Policía, para adelantar una inspección ocular a dos terrenos en las fincas Mirabel y La Pradera, en la vereda Socuavó, cuando fue activada una carga explosiva contra la buseta de transporte especial.
Además del trabajador judicial, falleció Héctor Rodríguez, perito evaluador de predios. La acción terrorista dejó 11 heridos.
El coronel Fabián Ospina Gutiérrez, comandante de la Policía de Norte de Santander, anunció una recompensa de hasta 20 millones de pesos por la información que conlleve a la judicialización y captura de los responsables.
En la zona delinquen el frente Juan Fernando Porras Martínez del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y disidentes de las extintas Farc. Extraoficialmente, se conoció que este último grupo sería el responsable del atentado.
