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Obras de arte son convertidas en caletas

Esta es la nueva modalidad que están implementando los microtraficantes en Cúcuta.

El ingenio de los microtraficantes en Cúcuta para ocultar las drogas, no deja de impresionar a las autoridades, quienes constantemente golpean estas estructuras delincuenciales en los diferentes barrios de la ciudad.

Una de las nuevas modalidades de caleta descubierta recientemente por la Policía Metropolitana de Cúcuta, se dio tras el desmantelamiento de un expendio fijo de estupefacientes (olla) en el barrio Zulima, conocido como ‘La Olla de Pedro’, en la que los traficantes escondían la droga en cuadros de pintura que adornaban la sala de la vivienda.

La Policía encontró 64 gramos de marihuana tipo cripy y al menos cien bolsas plásticas con cierre hermético, utilizadas para la dosificación personal de la sustancia, camuflados en los cuadros.

Esta estrategia fue denominada como arte-narcótico, que consiste en esconder las sustancias ilícitas en las obras de arte, lo que dificulta que las autoridades se percaten de la existencia del estupefaciente al interior de estas estructuras.

La droga es escondida entre las láminas de los cuadros.

Los microtraficantes además de utilizar esta modalidad para esconder la droga, también la usan para transportarla de un lugar a otro sin generar sospechas.

Miembros de la Unidad Investigativa de Estupefacientes de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), adelantaron la semana pasada el allanamiento y registro a esta olla, autorizado por la Fiscalía, en donde fue capturado en flagrancia Pedro Mauro Angarita González, de 46 años, y su sobrino de 27, sindicados del delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.

Angarita, quien gozaba del beneficio de casa por cárcel por una condena de 48 meses por este mismo delito, era el líder del lugar de expendio, que además funcionaba en cercanías a un colegio de este barrio de la comuna cinco de Cúcuta.

Las investigaciones de la Sijín indican que esta ‘olla’ empezó a funcionar aproximadamente hace cuatro meses en el sector.

Asimismo, se conoció que el expendio de la sustancia estupefaciente en dosis personales, cuyo valor sería de 10 mil pesos por dosis, se hacía de forma directa en el lugar a clientes constantes y por entrega a domicilio.

Con este procedimiento se completan dos expendios desmantelados en los barrios La Laguna y Zulima, en los que una de las características era que funcionaban cerca a instituciones educativas, lo que genera un riesgo latente para que los estudiantes se conviertan en potenciales consumidores de droga.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, aseguró que este plan contra las ollas en la ciudad se lleva a cabo para vigilar y garantizar el entorno educativo en los diferentes sectores.

Asimismo, explicó que aunque los traficantes de drogas constantemente crean estrategias para evitar que sean sorprendidos por los policías, en la institución se refuerzan los métodos investigativos para detectar estas innovaciones delincuenciales.

Otras caletas

Las caletas son fabricadas para evitar que el olor a droga sea percibido fácilmente, y las panelas de cocaína o marihuana puedan ser escondidas y no se advierta sobre la presencia del narcótico en estos sitios.

Entre los lugares más comunes para camuflar estupefacientes, descubiertos por la Policía, se destacan los siguientes:

En el barrio Palmeras se encontraron varias dosis de bazuco camufladas en la conexión de bombillos de electricidad, a través de un tubo de cartón.

En el barrio Aguas Calientes, los microtraficantes utilizaron una nevera para esconder marihuana, debido a que el olor era neutralizado fácilmente.

En el barrio Antonia Santos, la marihuana  y la cocaína eran escondidas en un peluche y en cajas de cigarrillos.

En Niña Ceci se encontraron dosis de perico dentro de un cofre de porcelana.

En el barrio 7 de agosto, en un allanamiento, se hallaron varias dosis de marihuana y perico en una caja de zapatos nuevos.

Las bocinas de los equipos de sonido también son utilizadas como caletas.

Finalmente, en Motilones se encontró en un tubo plástico que estaba en una habitación, varias dosis de bazuco y bolsas plásticas para dosificar la sustancia estupefaciente.

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Andrés Julián González
Andrés Julián González Pardo
Sábado, 6 de Febrero de 2016
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