“Somos de la guerrilla venezolana y queremos que los indígenas entreguen a los paramilitares que tienen ahí escondidos o entramos por ellos”, este fue el mensaje que dejaron ayer, al menos unos 40 hombres, vestidos de negro y armados que desde territorio venezolano generaron un cruce de disparos que se sintió en todo El Escobal de Cúcuta.
El punto exacto por donde los guerrilleros, dotados con armas de largo y corto alcance, querían violar la soberanía colombiana fue en la zona del Nuevo Escobal, donde se instalaron los indígenas Yukpa que viven entre cambuches de palo que son forrados con plásticos.
“Sabemos que están ahí escondidos”, dijeron los guerrilleros quienes serían presuntos integrantes del Ejército de Liberación Nacional (Eln), que hacen presencia en esta zona fronteriza.
Los hombres retrocedieron ante la presencia de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) que llegó a tiempo para evitar una tragedia en ese asentamiento indígena.
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¿Cómo fue?
Sobre las 9:40 de la mañana, se escuchó la balacera que alarmó a todos los residentes y transeúntes del puente internacional Francisco de Paula Santander.
La Opinión conoció que integrantes de la banda La Línea se enfrentaron con los guerrilleros que intentaron llegar hasta donde estaban los Yukpa. Aunque el ataque a bala no dejó personas heridas si generó pavor entre esa comunidad que salió a buscar refugio.
Mientras tanto, uniformados de la Mecuc, lograron adentrarse a verificar qué había ocurrido y cuando llegaron hasta el límite con el río Táchira se encontraron de frente con los guerrilleros.
“Tenían las caras tapadas, unos portaban gorras y enseguida les preguntamos quiénes eran y contestaron que eran guerrilleros. Estaban armados y del otro lado del río. Solo al frente habían unos 15 de pie, pero otros dos equipos estaban atrincherados entre la maraña. Eran casi 40 hombres”, contó una fuente judicial cercana al caso.
Indígenas aliados con La Línea
Una vez los guerrilleros retrocedieron, la Mecuc inició labores de registro y verificación en todo el campamento indígena.
Los policías hallaron en dos cambuches, munición para fusil, un proveedor y unos cinco tatucos (artefactos explosivos que fueron fabricados de manera artesanal con tubos).
“Acá estaba Marranero y su combo. Él es cabecilla de La Línea y su refugió está con los indígenas porque saben que ellos los ayudan a que nosotros no entremos por ellos”, dijo otra fuente judicial.
Este medio conoció que aunque la Policía ha intentado capturar a estos sujetos, cada vez que llegan a ese lugar son recibidos con piedras por los mismos indígenas.
“Una vez nos enfrentamos con ellos, pero aguantamos hasta cuando nos agarraron a una compañera patrullera y nos tocó retroceder para que la soltaran”, dijo la fuente judicial.
Tras lo sucedido ayer, las autoridades comprobaron que en los tentáculos de La Línea están involucrando a estos indígenas que llegaron desplazados desde la Serranía del Perijá, en la Cordillera de los Andes (Venezuela) y hoy, son unos 235 hombres, 200 mujeres y unos 130 niños en El Escobal.
El coronel José Luis Palomino comandante de la Mecuc, aseguró que ya tienen un avance investigativo sobre el hecho y aseguró que “para nadie es desconocido que los Yukpa son instrumentalizados por contrabandistas y personas que afectan la economía y la seguridad nacional”.
Quejas de la comunidad
“¿Dónde está el Gobierno colombiano para que actué de una buena vez por todas con esos indígenas?, ¿Por qué les han permitido tanto, si es que ellos son migrantes como todos los demás? Esto es un problema que cada día es más grande”, se preguntó ayer un vecino de ese sector.
Además, los residentes de esta zona pidieron la presencia del Ejército, para que custodie la frontera.
“En el puente se ven muy lindos los soldados con las boinas rojas, pero por qué no se meten a las trochas a cumplir su función constitucional. Son ellos quienes deben resguardar la soberanía de nuestro país”.
