La pericia y agilidad del subintendente Meyer Hoyos Casalina, para conducir la moto hasta la estación de Astilleros, en El Zulia, tras ser atacados con una granada, permitió que se salvara de morir junto a su compañero, el patrullero Miguel Ángel Mora Pérez.
“Donde los policías se caigan de la moto, probablemente los hubieran asesinado a balazos”, explicó una fuente judicial.
El hecho ocurrió en la tarde del miércoles, cuando los uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta patrullaban en una motocicleta por el sector Las Cascadas, zona rural de El Zulia.
Según se conoció, presuntos miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln) lanzaron la granada de bajo poder a los policías, con la intención de asesinarlos.
El artefacto estalló e hirió en una pierna al subintendente Hoyos. Sin embargo, el suboficial aceleró su motocicleta mientras Mora quedó aturdido por el estruendo.
Los uniformados llegaron rápidamente a la estación, que está a 400 metros de donde ocurrió el ataque y de inmediato fueron trasladados a una clínica en Cúcuta, donde se recuperan.