Desconcertados y destrozados están los familiares de Cristian Humberto Medelo Jaimes, asesinado el pasado viernes en el barrio San Miguel. La muerte los sorprendió terminando el día.  

La víctima tenía una pequeña fábrica de calzado deportivo para dama en el barrio Cundinamarca, donde vivía con su compañera, en unión libre.

Humberto Medelo, padre del occiso y quien trabajaba de la mano con su hijo, señaló que ese viernes transcurrió con total normalidad, hasta escucharon cantar a Cristian Humberto. Hacia las 7:00 de la noche, su hijo salió en una moto a cobrar un dinero que le debían. 

“Me quede esperándolo”, dijo el adolorido padre, explicando que su hijo, de 31 años, salió de la residencia y después de una hora recibió la trágica noticia de su asesinato, “que me dejó pasmado y sin saber qué hacer”.

Media hora después, un pistolero en una moto interceptó a Cristian Humberto cuando se movilizaba por la calle 7 con avenida 14, del barrio San Miguel, y le disparó a mansalva.

El papá, a quien conocen como Pipo, apodo que heredó su único hijo, contó que antes de salir, le pidió $10.000 y éste le dijo que cuando regresara se los prestaba, porque iba justo a que le pagaran un saldo que le debían. 

“Me senté en el sardinel frente a la casa a esperarlo, pero no había pasado mucho tiempo cuando mi nuera salió gritando que habían matado a Cristian. Todos los que estaban en el taller se fueron a ver qué había pasado y yo me quedé ahí sin reaccionar”, contó el padre.

Efectivamente, a la esposa de Cristian Humberto le avisaron por teléfono que a su compañero sentimental lo habían herido de bala. La víctima, aún con signos vitales y consciente,  fue trasladada a la Unidad Básica de Loma de Bolívar, donde posteriormente murió. Sin embargo, no logró aportar datos sobre el homicida.

En los mismos hechos otro hombre, que pasaba por el lugar, resultó herido y fue trasladado a un centro asistencial. 

Según dijo el padre, Medelo alcanzó a hablar con una hermana y le recomendó que guardara el bolso donde tenía el dinero que le habían pagado y que el pistolero no se llevó. 

¿Amenazas?

El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, señaló que la víctima no reportaba antecedentes penales e indagaban sobre presuntas amenazas que tuviera en su contra. 
Sin embargo, sus familiares aseguraron desconocer las razones del homicidio y describieron a Cristian como una persona trabajadora, sin problemas personales. En los ratos libres se dedicaba a jugar fútbol, desempeñándose como arquero.

“Justo a las 9:00 de la noche del viernes, él tenía programado un partido, pero sus compañeros también se quedaron esperándolo”, dijo el papá.